Tengo un padre de 97 años, ingeniero frustrado, manitas, criado en Francia, gran conversador, muy curioso, aficionado a la lectura y preocupado por entender todo lo que ocurre a su alrededor; no entiende nada de nada del avance tecnológico actual. Imagino que hay bastantes personas, independientemente de la edad, que se encuentran en una situación similar o peor que la de mi padre cuando les machacamos con conceptos como Smart City, Big Data, IoT, Cloud, etc. En fin, todo lo referente a la digitalización.
Estamos “infoxicados”, es decir, que padecemos un sobreexceso de información que provoca caída del conocimiento y atención. Se está consiguiendo el efecto contrario al que se quiere transmitir.
La brecha de la ignorancia se acrecienta en una sociedad sobreinformada y de ahí que cada vez hay más gente que sabe un poco de muchas cosas, pero pocos que sepan mucho de algo. Los conceptos que trae consigo todo lo digital avanzan a tal ritmo que es complicado que una sociedad como la española, lenta en la toma de decisiones y conservadora frente a los cambios, sea capaz de reaccionar a tiempo.