Inicio / Opinión / Tomás Simón / ¿Por qué te callas?

¿Por qué te callas?

Por Tomás Simón

Con esta expresión, contraria a la que le espetó nuestro Rey Emérito D. Juan Carlos I al que fue presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quiero poner de manifiesto los miedos que tenemos a expresar nuestra opinión sobre las diferentes cuestiones que se nos van planteando habitualmente en nuestra vida profesional y personal.

La inmensa mayoría de las personas se calla, cuando la realidad es que siempre tienes algo que decir. Cada uno tiene su propia visión de las cosas y, sin embargo, prefiere quedarse inmóvil y callado. Quizás por vergüenza, por falta de coraje o por el miedo al qué dirán. Con esta actitud lo único que se consigue es ser invisible “nadie te ve” y nadie se fija en ti.

Una demostración clara de lo anterior la tenemos en los nuevos métodos de selección de personal, donde lo primero que hacen (el primer filtro) es lo que denominan una “reunión grupal”, que no es otra cosa que congregar a un grupo de personas que acceden al puesto y opinar sobre un tema en particular o dar solución a un caso que se les plantee. Aquí es donde “te ven o no” y “donde se fijan en ti o no”.

A mi modo de ver, las causas por las que nos callamos pueden ser varias y muy dispares, como por ejemplo la timidez o el miedo al ridículo. En este caso, creo que es bueno ir dando pasos poco a poco y atreverse con pequeñas cosas (opinar en un blog puede ser una de ellas). Con ello se va adquiriendo cierta seguridad en uno mismo.

El factor cultural es importante, tanto es así que a los latinos nos importa el qué dirán, porque basamos nuestra autoestima en la valoración que los demás hacen de nosotros. Sólo hay que prestar atención en las reuniones internacionales: ¿quienes hablan y preguntan más?, normalmente los nórdicos y centroeuropeos.

Si nos movemos en un entorno profesional o personal donde lo que impera es “la gestión del miedo”, puede ser que con nuestra opinión haya represalias. ¿Qué hacer en esos casos?, pues salir (si se puede) de ese entorno. ¡¡No tengáis miedo!! (tal como decía Juan Pablo II).

En numerosas ocasiones, pensamos o creemos que el silencio muestra disconformidad y pienso que es erróneo, pues con él damos pie a que el que dirige las reuniones, el curso, la comunidad… haga lo que le venga en gana y te conduzca a donde desee.

A veces, mostramos indiferencia para no tener que hablar, pero con esta conducta lo que hacemos es situarnos en el rebaño y nos creamos una imagen de irrelevantes. Supongo que no queremos que nos traten como una oveja de ese rebaño. Manifestar nuestra opinión es siempre importante. Si tienes algo que decir, ¡dilo!, aunque vayas contracorriente, –¿quién dice que la “corriente” es lo correcto?–. Siempre habrá detractores, pero lo importante son los seguidores.

“Lo que te hace diferente, te hace rentable y si no expresas tu opinión eres invisible”. Además, exponer el punto de vista personal es conseguir el respeto de tu entorno y afianzar tu posicionamiento profesional.

Por tanto, ¡opinad!, ¡no os calléis!

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
2 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Tomas Simón Martinez
Tomas Simón Martinez
23/10/2015 12:27

Muchas Gracias Cesar, no va por ti por supuesto. Pero es verdad que me gusta conocer las opiniones al respecto de lo que escribo.
Gracias y un abrazo

cesar guijarro
cesar guijarro
21/10/2015 23:23

Querido Tomás.
Supongo que no va por mi, me han acusado de muchas cosas en mi vida, pero de quedarme callado nunca. Pero si me doy por aludido en lo de opinar en tu blog. Es verdad que ya tenía que haber participado hace tiempo y no lo hago hasta ahora. Pero aquí dejo mi opinión: estoy totalmente de acuerdo contigo. Eso si, a veces el problema no es el miedo sino otro mucho más de nuestros días, la falta de tiempo. A la hora de establecer prioridades en el día a día, nos centramos en clientes y proveedores, y también habría que dedicar algo más de tiempo a informarse sobre lo que pasa a nuestro alrededor, aunque aparentemente no produzca réditos a corto plazo. Un abrazo.

Scroll al inicio