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Y la carretera sin barrer

¿Se acuerdan lo que escribía hace unas semanas sobre la tormenta perfecta de la cadena de suministros? Era una expresión que, desde luego, no he inventado, pero que he visto más tarde repetida para describir certeramente ese problema actual y acuciante. Pues había más. El conflicto de la carretera –en forma de huelga- se unirá a finales de diciembre, si las negociaciones no lo remedian, a este maremágnum.

Y no soy muy optimista al respecto de esas negociaciones. Parece que este es uno de esos conflictos en el que todos tienen razón, al menos en lo verbal. Todos intentan construir, pero el edificio se tambalea. Todos dicen sí, pero… en resumen, unos por otros y la casa, en este caso la carretera, sin barrer. Y con ella, toda la logística.

Se trata de la defensa de los conductores. Nadie puede negar que merecen esa atención –no ahora, permanente- y que es urgente mejorar sus condiciones. Y nadie lo hace. En lo laboral, en el reconocimiento y como salida profesional. La remuneración justa y el desempeño, atractivo.  

Pero a pesar de ello y que nadie contradice la mayor, hay rifirrafe patronal-cargadores y patronal-Gobierno. En realidad solo rifi, pues ni los cargadores, que en declaraciones a Cuadernos de Logística esta misma semana expresaban su reconocimiento y apoyo a la profesión, ni el Gobierno, han entrado al trapo de la patronal.

Eso sí, Gobierno y cargadores, han criticado o señalado como inoportuna (apenas a unas horas del primer tramo de las fiestas navideñas) la convocatoria de huelga de transporte de mercancías por carretera. No se les puede negar que es cierto. Pero, claro, las huelgas buscan siempre el altavoz a través de la máxima repercusión social.     

Unos por otros. Unos sin otros. Unos contra otros

Me suena, de cualquier modo –insisto, dado que nadie puede oponerse a esa mejora de las condiciones de los conductores, en todos sus niveles- a que este es uno de esos enfrentamientos “necesarios” para mantener viva la llama de la representatividad. Hay quien precisa de contrincantes para fortalecerse. En el fútbol y en otros ámbitos ¿Qué sería del Barça sin el R.Madrid y viceversa?

Y siempre he pensado que quien representa un sector, estamento o Administración, ante la aparición del conflicto o frente a la imperiosa necesidad de resolver una situación extrema –o casi- tiene la obligación de sentarse a buscar una solución y ni echar a nadie de la mesa, ni levantarse hasta que esté resuelto el problema. Todos a una.

Menos “y tú más” y “no te ajunto” y más compromiso (del latín compromissum, obligación de cumplir una promesa, en este caso la de a quienes se representa).

De otra forma, unos por otros y la carretera sin barrer.        

Lo que está ocurriendo ahora mismo en Europa, nos recuerda que lo más importante es vacunarse. No lo dude ni un instante. La COVID-19 nos sigue acompañando. Cuídense y cuidarán a los demás.

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Mario
Mario
25/11/2021 11:12

Echo en falta un poco de conocimiento del sector del transporte y de la realidad en este artículo de opinión: no hay convocada una huelga, si no un paro, porque no son los conductores los que la convocan, han sido los empresarios a través de sus organizaciones empresariales, todas, que conforman el Comité Nacional del Transporte. No hay una patronal del transporte que deba sentarse a negociar con la otra parte, es el Comité Nacional en pleno… No son conductores buscando una mejora salarial, el conflicto, por desgracia, es mucho más profundo. Nadie se ha levantado de la mesa, se ha convocado el paro con un mes para tener tiempo a negociar, que es el fin último, no el paro; se negocia con el Ministerio, que es a quien se le exigen soluciones a problemas históricos, no con los cargadores. En fin, para opinar, primero hay que conocer de lo que se opina, creo yo.

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