¿Han visto ustedes el último anuncio televisivo de Renault, de este mismo mes? El mensaje implícito es que lo viejo ahora es nuevo. No es la primera vez que la compañía automovilística francesa dedica su foco de marketing al subsector de los vehículos de segunda mano. Algunas veces incluso con polémica, como en 2008. Pero vayamos a lo actual.
Y lo actual –de ahí la habilidad por la oportunidad de la empresa francesa- es que la falta de suministros, subconjuntos, semi-conductores y materias primas, está teniendo consecuencias demoledoras en las líneas de producción de todo tipo de vehículos y maquinaria. No hay producto o llega con cuentagotas.
Por eso, se trata de desempolvar o revitalizar líneas de negocio existente que, sin ser las que alimentan la mayor parte de las cuentas de explotación de los OEMs (fabricantes de equipos), no pueden despreciarse. Incluso de enlazar esa estrategia con lo sostenible. Sin ir más lejos, la propia Renault ha re-inaugurado esta semana, como si fuera nueva, una factoría en Sevilla para este cometido: re-acondicionar. Y con otro mensaje añadido: economía circular.
Lo viejo, lo nuevo, la oportunidad y los eufemismos
Aunque siempre presente, el sector de lo usado ha sido más un fondo de armario que un protagonista. Y plagado de eufemismos: revisado, reacondicionado, renovados, re-new, verificado, semi-nuevo o como nuevo. Mucho menos segunda mano, pocas veces usado y nunca viejo o antiguo. Como mucho, vintage.
Sin embargo, la situación ha cambiado, impulsada de pronto por los problemas coyunturales y el mayor compromiso medioambiental. Y del usar y tirar, estamos pasando poco a poco al re-aprovechar. Tanto, que en muchos sectores, como el nuestro, el negocio de los equipos usados o reacondicionados ha crecido como la espuma. Hasta tal punto, que ya cuesta encontrar carretillas o plataformas, sobre todo las que están en las mejores condiciones.
Es, en todo caso, una muy buena oportunidad. Y para toda la cadena de valor. Para el marketing, la comunicación y la publicidad. Para los departamentos de post venta, los talleres y las plantillas de mecánicos in situ o itinerantes con vehículos taller. También, como demostración subyacente de que una máquina, en propiedad o alquiler, probablemente puede trabajar más de lo que hasta ahora se había determinado como vida útil en su registro de especificaciones. Y porque quien ahora tiene una máquina, para su uso, en una flota de alquiler o para venta como maquinaria usada, tiene un tesoro.
Y a los tesoros, que casi siempre son viejos –o vetustos- hay que cuidarlos y trataros como se merecen, mejor si cabe que a los nuevos.
Lo que está ocurriendo ahora mismo en Europa, nos recuerda que lo más importante es vacunarse. No lo dude ni un instante. La COVID-19 nos sigue acompañando. Cuídense y cuidarán a los demás.
