El titular de este post es prestado y fue pronunciado públicamente el pasado viernes. El lugar, la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en Madrid. El motivo, una jornada de debate sobre pesos y dimensiones de transporte y más concretamente sobre las 44 toneladas. El organizador, la patronal UNO. Y quien nos regaló esa frase, el director general de Tráfico, Pere Navarro. La frase completa fue: “como broma, lo de los drones está bien, pero las mercancías seguirán llegando como siempre”. Aún entendiendo las limitaciones urbanas, se me antoja una sentencia excesiva, limitante. Y más viniendo de Navarro.
Justamente el pasado jueves, 4 de abril, se cumplía un año de la celebración de una mesa redonda, organizada por Cuadernos de Logística en la Fundación Pons, sobre sostenibilidad en la última milla a la que asistió P. Navarro antes de acceder a su actual mandado en la DGT. En aquella ocasión se mostraba ponderado, abierto a nuevos escenarios y deseoso de conocer aún más la realidad logística y sobre todo la distribución urbana de mercancías. El viernes reconocía que ese tramo de la cadena logística “es un milagro que se produce cada día”. Obviando credos que aquí son innecesarios, aún con la imposición humana de natural cautela, esos milagros suelen ser tecnológicos y se hacen realidad por la eliminación de barreras. Eso es resistencia al cambio y progreso. Las dos caras de la moneda.
44 toneladas: una retórica que dura dos décadas
Y quizás ahí esté la respuesta al ya casi eterno debate sobre la aprobación de una norma que permita la circulación de vehículos de transporte de mercancías con 44 toneladas. Más de veinte años de retórica hispana. Mientras aquí eternizamos ese discurso y lo enrocamos sin avanzar ni un ápice (incluso pese a la experiencia de pruebas piloto como las llevadas a cabo en Cataluña), las 44 toneladas son en todo caso ya norma casi general en Europa. Y en otros países permiten aún mayores pesos y dimensiones, con limitaciones, llegando a las 74 toneladas y probando las 90.
Como decía Eugenio Vila, purchasing logístics para el Sur de Europa de Henkel Ibérica, en la jornada convocada por UNO a este respecto: “desde los años 90 seguimos cometiendo los mismo errores ¿A qué estamos esperando?”. Y también me quedo con lo dicho por Javier del Mazo, product manager de Schmitz Cargobull: siendo el transporte de rango superior de cargas usualmente internacional: “tampoco valen las ´normativas pijama´ que solo sirven para andar por casa”.
El inmovilismo respecto al aumento de pesos y dimensiones recuerda con crudeza al “que inventen ellos” que para nuestra decadencia nos definió durante un tiempo no demasiado pasado. Por ello quizás, vista también la ratificación de CETM a su no a las 44 t, la frase prestada del titular sea más una demoledora conclusión que una opinión,: si las mercancías siguen llegando como siempre, todo seguirá como siempre.
