No puedo sustraerme a la pugna ferial en lo que a la logística se refiere. Quizás este sea un análisis que solo llegue a dos terceras partes de los que tienen que ver con las ferias, expositores y organizaciones, dejando fuera, o quizás despistados, a los visitantes. Pero debe hacerse.
Durante más de una década –desde 1998- contábamos en España con una feria logística que fue ganando protagonismo y prestigio: el SIL de Barcelona. Que ahí sigue, con su convocatoria anual pre-veraniega. Luchando contra viento y marea. Haya crisis o no. Con una montaña rusa de participación expositora. Con mucha participación institucional, que no pocos consideran de escasa aportación. Y con un congreso múltiple alrededor de la feria que crece y es hoy por hoy imbatible. Su mejor baza.
A partir de 2011 esa soledad el corredor de fondo se acabó con la llegada de un competidor capitalino: Logistics Madrid. Se evidenciaba de paso otra pugna, Barcelona-Madrid que, queramos o no, siempre va a existir. Como en el fútbol. Logistics vino con una forma de hacer diferente, práctica y quizás modesta: cero instituciones; sin inauguración oficial; con stands modulares. Económica (en plena crisis) y aprovechando las ventajas del centro geográfico que también lo es en logística.
Solo parte de esas características diferenciales alternativas, que se ponderaron como acertadas (sobre todo por los expositores), se han mantenido. Quizás porque salimos de la crisis. Quizás porque la feria ha crecido. Y mucho. Disputando y ganando la batalla comercial en buena parte (equipamiento, sobre todo) al SIL. Y con un equipo, casi no habría que decirlo, muy joven y enteramente femenino.
Pero los sueños, sueños son. Y los globos, a veces, se pinchan. O pierden aire. Y eso le ocurrió a Logistics apenas a dos meses de su última edición anual en noviembre de 2018. Un desencuentro en su dirección. Abandono del cargo y, para algunos, abandono también del buen trato al expositor, unido a cambios administrativos-comerciales. Consecuencia: expositores que se quejan o entienden que no se les escucha. Este sector es pequeño –como todos- y tiene oídos. Y es corporativo cuando toca. Resultado: algunos, por ahora, anuncian su salida de Logistics Madrid.
No hay dos sin tres
Y si quieres caldo, pues toma tres tazas. Y como las hijas de Elena aparece una tercera opción: Global Robot Expo Logistics. También en Madrid. En primavera. Este 2019. Se trata de un espacio ferial dedicado a nuestro sector dentro de la feria, ya existente, Global Robot Expo. Y en lo que a logística se refiere, va a por todas. Su impulsora es la exdirectora de Logistics Madrid. Recoja o no las insatisfacciones de los que abandonan, la posibilidad de cisma está servida.
Es lo que hay. Las aguas bajan bravas. No me pidan que ponga en un ranking las tres opciones, por lo pronto diferentes en tiempo, espacio y trayectoria. Nosotros estaremos en las tres y con actividades diferenciales. Así lo vemos. Pero no somos un expositor tipo, claro.
En cuanto a estos, habría que preguntarles –lo hago- si es el momento de colgar el cartel de “divide y vencerás” para calificar la situación, llorar porque “la desunión no hará la fuerza”, o simplemente pensar que en una economía de mercado libre, cada cual puede apostar por su propia oferta.
Y cómo con muchos he hablado de esto y muchos tienen opinión, este es el momento. Hagan comentarios. Se agradecerán.
