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La encrucijada de las ferias logísticas

Si usted es un profesional de la logística que compra o vende soluciones, productos o servicios, y quiere ofrecerlos y estar al tanto de lo que hay, este año está de enhorabuena: puede asistir, entre marzo y noviembre de 2018, a ocho ferias logísticas internacionales sin salir de Europa. Dos en España, dos en Alemania, dos en Francia, una en Portugal y una en Italia. Y aún faltan al menos dos que se celebrarán en 2019: otra más en Alemania y una en Inglaterra.

No hay una regla escrita para determinar cuándo ha de convocarse una feria en un sector profesional concreto. Por tanto, acudamos a la lógica. Y esta nos dice que una feria profesional internacional debe representar a un sector reconocible como tal por las empresas que lo componen y por sus proveedores; con una amplia masa crítica, supranacional en ambos casos; con un volumen económico que se mida, al menos, en miles de millones de euros; con capacidad de inversión en I+D que conduzca a novedades periódicas que sea necesario difundir; con capacidad de compra por parte de los clientes/usuarios; y con una actividad en torno a ese ámbito profesional que genere contenidos, necesidad de debate, etc. y que articule y de solvencia al propio sector.

Con estos ingredientes, sólo quedarán por determinar tres aspectos que, en absoluto, son secundarios: cuándo convocar, dónde convocar y cada cuánto convocar esa feria profesional.

Me gustaría decirles que tengo o conozco la receta del éxito para este cóctel. Pero no es así. Ni siquiera creo que la tengan quienes se dedican a la organización ferial. Sí, evidentemente, investigan sectores, territorios y de ahí surgen las oportunidades que exploran. Luego vienen el atrevimiento, las ganas de competir y hacerlo bien (o mejor que otros que ya estén en ese mercado) y las habilidades propias de la oferta, recinto, etc. que cada cual esgrima.

La pregunta del millón

La pregunta del millón que todos nos hacemos es, valga la redundancia, qué pregunta hay que hacerse primero para poner en marcha una feria profesional, cuál de esas cuestiones ya enumeradas es la verdadera clave. Porque la que sí tiene respuesta, y es rotunda y mayoritaria, es si esta oferta ferial europea actual de eventos logísticos internacionales (sin ir más lejos la de este 2018) es excesiva para el tamaño de este mercado por importante que sea: que lo es. Seguro que todos ustedes la responden afirmativamente.

La encrucijada está en ajustar, de una vez, esa amplia oferta ferias logísticas a un mercado, el europeo, cada vez más uniforme y único (en logística al menos, sí), teniendo las respuestas al qué feria/s necesita este mercado, cuándo debe/n convocarse, dónde, cada cuánto y por qué. Y todo ello sin conculcar el principio de no intervencionismo.

No creo que el monopolio de feria logística única paneuropea sea la respuesta. Tampoco el escenario pseudo oligopolístico y desordenado actual. La libre competencia dice que cada cual se busque las habichuelas y el mercado soberano dará o quitará razones. Por lo tanto estamos de nuevo en la casilla de salida ¡Uff!

Si alguien tiene la respuesta, regla, baremo o ecuación, que la exponga, por favor. Yo de este tema solo tengo preguntas. Y ya las he hecho. Pero, me temo, que la resolución de la disyuntiva puede durar más que la de la conjetura de Poincaré, que estuvo más de un siglo esperando.

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