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Malas artes publicitarias

Ayer, 6 de enero, se cumplió una de las tradiciones más agradables del calendario: Los Reyes Magos. Niños y no tan niños recibieron con diferente grado de sorpresa juguetes y regalos. Una categoría protagonista de juegos y juguetes, ya desde hace años, son los videojuegos. Los más, con un escenario y objetivos violentos: matar, masacrar, destripar, cercenar, destruir, atropellar o echar fuera de la carretera al oponente.

Las series y versiones se suceden. Una de estas celebraba en las Navidades 2013 el lanzamiento del videojuego Gran Turismo 6 para PlayStation, una de las compañías de Sony Computer Entertainment. El juego es un simulador de conducción y consiste, básicamente, en competir en diferentes circuitos y con diferentes coches. Hasta aquí, uno más.

Sin embargo, la publicidad que promocionaba el videojuego en televisión ha sido del todo, menos acertada. Para calentar el ánimo comprador, el spot (que puede verse en http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=0fVxEeR7LHo) mostraba dos situaciones, supuestamente reales, que llevaban al reto competitivo que propone el juego. En esas dos situaciones los competidores eran dos jugadores de golf en sendos carritos y ¡dos carretilleros sobre dos carretillas contrapesadas en un almacén! apenas unos segundos en ambos casos, pero con todo lujo de detalle.

Desconozco la autoría creativa y de realización del spot, pero de las imágenes muy bien puede deducirse que se ha hecho aquí, en España, para el público español. El mensaje, masculino y cargado de casposa testosterona viene a decir: ¡machote! ya que te divierte o no puedes dejar de competir con todos los vehículos que caen en tus manos, hazlo con este simulador, etc.

Lo preocupante del mensaje son los ejemplos: los carritos de golf y las carretillas elevadoras. No solo no tienen gracia, si no que son un ejemplo de malas artes publicitarias, dando por hecho un uso muy peligroso de ambos vehículos, para el que desde luego no han sido ideados.

Pero lo más preocupante es cómo y por qué se le ha ocurrido al creativo y a quienes hayan dado el visto bueno al anuncio, el ejemplo de los carretilleros compitiendo, y jugándose la vida, pues la publicidad acude en estos casos a la realidad, aunque a veces la caricaturice. Incluso cabría preguntarse dónde se ha rodado y quiénes se han prestado a ello.

Tíldenme de exagerado si les parece (un blog es opinión y da derecho a la réplica) pero ahí están las estadísticas de accidentabilidad en manutención y creo que con algunas cosas mejor no jugar (nunca mejor dicho). Ah, y la misma crítica valdría si se hubieran puesto como ejemplos dos conductores de camión o de autobús escolar: ¿a qué esto último hubiera sido de mal gusto para todos?

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Jordi
Jordi
09/01/2014 12:34

Totalmente de acuerdo contigo, Ricardo. Cuando ví el anuncio me indignó. Se da por hecho que con las carretillas se pueden hacer carreras, y da la sensación de que sea una práctica habitual y competitivamente sana. La degradación de la calidad que sufrimos, cuanto a competencia de los profesionales, también está en los de la publicidad. En primero de carrera te explicaban que cualquier campaña se analizaba desde todos los puntos, antes de ser viable, uno de ellos el simbolismo que deseabas utilizar. El publicista, el equipo y el departamento de publicidad de Sony, solo tenian que poner en google, “carretillero”, para ver como aparecian decenas de noticias sobre accidentes con estos equipos, muchos relacionados con la velocidad.
Saludos y enhorabuena por tus artículos

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