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Cambios en la distribución de productos de gran consumo

Al sentarme a escribir este artículo, me acecha la inutilidad de las opiniones. Cuando algo funciona no es una buena idea decir que va a cambiar. En este caso parece que la distribución funciona bastante bien, sobre todo si hablamos con algún responsable, orgulloso de lo que su empresa ha hecho, hace y hará. Ha funcionado de forma muy parecida durante mucho tiempo ¿Demasiado?

Separaremos el negocio de la venta impulsiva de la regular

Las magnificas cadenas de distribución de las que disfrutamos en este país, han llevado a una altura enorme de eficiencia la venta impulsiva. El surtido de productos disponibles cada vez es más grande en la tienda (POS: Point Of Sale), la ubicación de éstas, cada vez más cercana a nuestra casa. Su calidez, luces, limpieza, música de ambiente, ofertas, …. Seguiremos yendo a los hipermercados de las afueras a pasar la tarde, o a los supermercados de al lado de casa a ver qué encontramos.

A mi me gustaría despreocuparme de tener los productos que no necesito ver para comprar, al lado de la nevera, sin tener que ir a comprarlos.

Las cadenas de distribución (las formas de llevar la mercancía al consumidor) serán muy diferentes en los dos casos

Con la pandemia han aumentado las ventas por Internet, aunque no considerablemente, y las cadenas, como no podía ser de otra forma, han hecho exactamente lo mismo que siempre han hecho bien: vender en sus puntos de venta. Han preparado los pedidos ellos mismos en el mismo lineal que los clientes y se han inventado conceptos desconcertantes y contradictorios como los darkstores (tiendas oscuras) en donde preparan pedidos en superficies de un suelo carísimo.

Cuando tienen que servir un pedido capturado en Internet las cadenas ganan menos dinero, les cuesta más. Hablan con la boca pequeña de lo bien que gestionan estos pedidos, pero realmente están diciendo: “ojalá que esto no crezca demasiado”. Llevar la mercancía al consumidor como se hace ahora (reparto desde puntos de venta “especiales” al consumidor particular), no es compatible con los costes actuales.

La cadena de distribución de la mercancía regular

Esta es mi idea para llevar los pedidos capturados por Internet.

Un consumidor confirma un pedido por Internet. En un almacén centralizado, una máquina imprime en una bolsa de plástico los datos del pedido y el código de barras que lo identifica de forma única. La máquina pone la bolsa en una caja plástica con un orificio que permite leer el código de barras. La caja entra en un mini load (un mecanismo que ya existe) que guarda la caja en el mínimo volumen.

Llega un transporte con la leche a este almacén. Le pedimos al mini load que saque todas las cajas que necesitan esta leche y las ponga en un camino de rodillos o cinta que las lleve a algún tobogán de un sorter (mecanismo que ya existe y que usan algunos distribuidores). Es posible que haya que trabajar en los toboganes del sorter para que no necesiten gente.

Los palés descargados los desmonta un equipo de operarios que pone la mercancía en la entrada del sorter, que distribuye la mercancía entre las cajas (toboganes). Si se necesitan toboganes vacíos, llevamos las cajas otra vez al mini load. Este proceso se repite cada vez que llega mercancía. También se lanza cuando una carretilla deja en una zona mercancía preparada en el almacén de al lado, el que sirve mercancía para compra impulsiva.

Por cierto, este tipo de proceso se llama reparto y es utilizado hoy por grandes distribuidores teniendo muy pocos días de inventario en sus almacenes.

Para llevar esta mercancía al consumidor haremos dos saltos:

1. Lo llevamos al punto de venta, como ahora se hace con el resto de mercancía. (El mini load saca las cajas preparadas cuando llega el camión de la tienda.)

2. Desde el punto de venta, cercano al consumidor, se lleva la mercancía.

Este sistema garantizaría la entrega (confirmación telefónica desde el POS que estamos en casa) y no saturaría nuestras calles de furgonetas, como muchos anuncian, si hacemos el reparto desde un almacén central (usaría las aceras mayoritariamente; es necesario estudiar vehículos que ahora no existen).

Si el pedido contuviera algunos artículos de consumo impulsivo, se podría añadir la mercancía en el punto de venta.

Conclusiones

Es necesario que las cadenas inviertan en centros de distribución como el descrito o similar, capaces de preparar pedidos unitarios, para que se reduzca el coste del pedido de Internet. Esta inversión se pagaría por el incremento de pedidos.

También se debe estudiar cómo saber que una familia necesita 6 bricks de leche cada semana (o los que sea). Ofrecer opciones al consumidor de capturar pedidos de muchos menos artículos, con entregas cada semana, con el objetivo de entregar lo que el consumidor necesita, no lo que compra.

La tecnología para asegurar las entregas, confirmar que el consumidor está en casa, whattsApp, sorter, miniloads y cintas o caminos de rodillos son tecnologías que ya existen y funcionan muy eficazmente.

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