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¿Somos conscientes?

El verano se acaba. Llega septiembre. Vuelta al trabajo para muchos de nosotros después de unas merecidas vacaciones. En mi caso particular, por ejemplo, disfruté de mis vacaciones en Portugal, concretamente, en la zona del Algarve y Lisboa (destinos, ambos, que recomiendo enormemente a todo en el que no haya estado), así como las playas de Alicante. Así pues, muchos de nosotros volvemos con las pilas recargadas para afrontar lo que resta de año con la máxima dedicación.
En líneas generales, las vacaciones sirven para desconectar del trabajo. Sin embargo, inevitablemente, sirven también para pensar y reflexionar y, es por ello, que me gustaría compartir con todos los lectores de este blog una reflexión que, bajo mi punto de vista, considero muy importante.
En el mes de julio, y como todos los años por estas fechas, la DGT lanzaba una campaña de concienciación sobre el mantenimiento de los vehículos antes de salir de viaje, y el neumático, como no, fue uno de los elementos a revisar por parte de los agentes de tráfico. No obstante, los resultados obtenidos de dicha campaña, relativos al neumático, no pudieron ser menos alentadores: casi 500 conductores (495) fueron denunciados por la Guardia Civil por circular con neumáticos con una profundidad inferior al límite legal establecido (1,6 mm), además de presentar muchos de ellos un desgaste irregular debido a una mala suspensión o a una alineación incorrecta o con una presión inadecuada, por no nombrar que casi la mitad de los conductores no revisa el coche antes de las vacaciones.
Estos datos que la DGT nos ha ofrecido (desconociendo los que no se han contabilizado, que seguramente serán muchos más), nos lleva a preguntarnos lo siguiente: ¿Somos conscientes del peligro que supone el circular con neumáticos en mal estado? Quizá yo sea algo precavido de más, pero antes de emprender mi viaje, lo primero que hice fue acudir a un taller especializado para realizar una revisión exhaustiva de mi vehículo (presión de los neumáticos, nivel de aceite, luces, etc.). Entonces, ¿por qué se descuida tanto el estado de los neumáticos? ¿Por qué se descuida la propia seguridad y la de los demás? ¿Tan poco nos importa nuestra seguridad? Los neumáticos son como nuestros zapatos, andamos/circulamos con ellos. Son el único punto de contacto entre nuestro vehículo y la carretera. De todos es sabido que a mayor desgaste de los neumáticos, menor es la adherencia y mayor es la distancia de frenado, con el consiguiente riesgo de poder sufrir un accidente.
Generalmente, nos preocupamos de otras cosas, mucho menos importantes o necesarias, y descuidamos algo tan importante como nuestros neumáticos. Lo cierto es que a pesar de las diferentes campañas de sensibilización, se sigue haciendo caso omiso. Está claro que la economía es primordial para el consumidor, pero ello no es óbice, para que de forma periódica acudamos a un taller especializado y nos haga un simple chequeo y compruebe la presión y el estado de nuestros neumáticos o que nosotros mismos lo hagamos en una gasolinera cada vez que vayamos a repostar.
En definitiva, de verdad, ¿somos tan inconscientes?

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