En este último post del año quiero poner el foco en una deficiencia de la que el país viene adoleciendo desde el siglo XIX: la lentitud misteriosa de los procesos administrativos, sobre todo en las Administraciones Públicas. Las palabras del titular nacen de una afortunada expresión del escritor Montero Glez –“estreñimiento patológico administrativo”– porque parece que los “intestinos burocráticos” se atascan con determinados papeles y gestiones, como muchos ciudadanos han sufrido en sus carnes desafortunadamente.
En el sector energético, y más en concreto, en las energías renovables, una demanda reiterada de los representantes de numerosas organizaciones es la necesidad de simplificar los procedimientos administrativos. Al decir de instaladores, firmas EPC (Engineering, Procurement and Construction), asociaciones y otros agentes, son farragosos y complejos.