El sector de material eléctrico, en general, y el canal de la distribución, en particular, han mostrado una cierta querencia a la queja; al menos en el pasado. No obstante, es notorio comprobar cómo, tras un año tan complicado y excepcional como el que nos ha tocado vivir debido a la pandemia, muchas empresas, entidades y directivos no se lamentan, sino que encaran la situación y sacan pecho por lo conseguido en medio de esta difícil coyuntura. Y no es para menos.
En este contexto, ADIME (Asociación de Distribuidores de Material Eléctrico) puso de relieve en fechas recientes que, tras el pasado ejercicio, se ha demostrado “la solvencia y la fortaleza, no sólo de la distribución profesional, sino de todo el sector a lo largo de 2020”. Así, la tasa de facturas impagadas del conjunto de las empresas distribuidoras no ha superado el 1,5 %, frente al 18 % de promedio en las empresas españolas, según un estudio de Crédito y Caución e Iberinform.