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Liderazgo en la era post-pandemia

Cuando nos hallamos en plena sexta ola de la pandemia, después de 21 meses en los que nuestras vidas se han hecho más frágiles y al mismo tiempo más resilientes ante las incertidumbres, conviene echar la vista atrás para ver cómo algunos paradigmas que parecían inamovibles se esfumaban y otros que parecían lejanos han venido para asentarse. Uno de ellos es el concepto de liderazgo empresarial, aspecto muy importante que está cambiando de manera sustancial y que se está vistiendo con otros ropajes.

En primer lugar, el teletrabajo implantado a nivel masivo en los meses de confinamiento más estricto ha obligado a tejer unas nuevas relaciones entre la empresa y los trabajadores, donde la confianza ha adquirido un nuevo significado. Muchas organizaciones han funcionado en este periodo de casi dos años con una parte muy amplia de la plantilla trabajando en remoto y han cosechado buenos resultados, como nunca antes habían previsto.

En este sentido, aquellas compañías que han gestionado bien esta complicada coyuntura, ofreciendo a partes iguales seguridad, autonomía e incentivos al trabajador han salido muy bien paradas de este difícil periodo que nos ha tocado vivir. Un liderazgo transparente y con empatía ha salido ganando, y será cada vez más importante.

Modelo híbrido: presencialidad y teletrabajo

Como consecuencia, esto ha provocado también cambios muy claros en las políticas de recursos humanos, con diferentes derivadas. Tras las restricciones impuestas por la pandemia muchas oficinas se han transformado y se han convertido en espacios de trabajo donde prima más los ámbitos de colaboración y menos los compartimentos estancos, con un modelo muy enfocado a objetivos claros. Se está huyendo así del “presentismo”.

Combinar la presencialidad y el teletrabajo de manera adecuada
Combinar la presencialidad y el teletrabajo de manera adecuada será esencial en los próximos tiempos.

Pero, por otro lado, la eficiencia y flexibilidad que ha aportado el teletrabajo conlleva cierta lejanía. Como se puso de manifiesto en la primera Mesa Redonda Intersectorial organizada recientemente por C de Comunicación, se echa de menos en este contexto la comunicación informal, lo que se ha llamado toda la vida la conversación de la máquina del café o la “charla del pasillo”. Con ella se puede crear cercanía gracias a la comunicación no verbal (ver la mirada) y a la empatía con momentos de humor. Además, en muchos casos, esta comunicación informal genera la creatividad que aporta la interacción con tus iguales, o compañeros de otras áreas. Aporta intangibles positivos.

Así, el liderazgo en los próximos tiempos debe saber combinar este modelo híbrido donde el teletrabajo se armoniza con espacios de encuentro presencial. Otro objetivo es que todos los empleados puedan saber qué tipo de tareas se desarrollan en otros departamentos, conocer los problemas que tienen personas que están en la misma organización, pero que, a veces, parece que estén en otra empresa porque apenas tenemos contacto con ellos.

Sostenibilidad y responsabilidad social

Asimismo, como se puso de manifiesto en la citada Mesa Redonda, la sostenibilidad es un factor cada día más relevante en la actividad de las empresas de cualquier ámbito; un  aspecto que influye de manera determinante en el actual modelo de liderazgo. Esta influencia se puede percibir en tres vectores: clientes, proveedores y muy especialmente con los empleados.

En este último caso, se percibe de modo creciente que una empresa que aplica criterios sostenibles en su actividad y en su relación con los trabajadores hace que estos aumenten el sentido de pertenencia a la organización. En suma, el porqué hacemos las cosas de una manera determinada, cómo afecta el trabajo que desarrollamos dentro de una empresa en un sector y en la sociedad; y también cómo contribuimos a  mejorarla: desde la política de conciliación hasta el apoyo a iniciativas solidarias, por poner algunos ejemplos. Lo que se ha dado en llamar responsabilidad social corporativa.

Un liderazgo transparente y empático para retener el talento.
Un liderazgo que sea transparente y empático contribuirá a retener el talento.

Todo ello es, además, fundamental para retener el talento, ahora mismo un bien cada vez más preciado. Y en este nuevo liderazgo es muy importante que el discurso esté alineado con los hechos, que no sigan caminos divergentes.

Finalmente, desde aquí quiero agradecer a los directivos que participaron en la primera edición de la Mesa Redonda Intersectorial, el pasado 15 de diciembre, y de la que fui testigo privilegiado; me han inspirado para este post.

Solo me queda desearles una Feliz Navidad y que 2022 nos depare prosperidad y muchos momentos positivos a pesar de la incertidumbre. Y, por favor, cuídense mucho, la pandemia sigue su evolución a peor. Un abrazo

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