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Y, a partir de septiembre, ¿qué?

Por Marta JiménezDirectora general de C de Comunicación

En las conversaciones, tanto dentro como fuera del sector de ferretería y bricolaje, cada vez es más recurrente hablar sobre la situación de la economía a partir de septiembre. Y todo el mundo parece mostrarse de acuerdo en afirmar que se aproximan nubarrones. La duda consiste en saber si desembocarán en una tormenta larga y profunda o simplemente en una lluvia fuerte, de consecuencias limitadas.

La incertidumbre continua en la que nos movemos, y que se ha agravado en los últimos dos años, ha generado, sin embargo, un aspecto positivo. Las empresas se han adaptado a un entorno siempre cambiante y se encuentran mucho mejor preparadas para afrontar tiempos difíciles que en la dura crisis de 2008. También las personas y la sociedad han ganado en flexibilidad.

No obstante, el miedo se palpa en al aire. No ayuda a disiparlo que reconocidas personalidades, como Bill Gates, avisen del advenimiento de una crisis inminente. Porque su opinión se ha de tener muy en cuenta. Ya conocemos todos los problemas que nos rodean: guerra de Ucrania, elevada inflación, subida del precio de la energía y de las materias primas… El Banco Central Europeo ha anunciado que va a subir los tipos de interés en julio, en un intento por controlar la inflación. Y ello, a pesar de sus reticencias debido al elevado endeudamiento de los países europeos.

Si aterrizamos esta situación “macro” a las circunstancias concretas de España, nos encontramos con que el Banco Mundial aconseja a nuestro país tres cosas:

  • Que nuestra economía deje de basarse tanto en el turismo y la construcción y se opte por fomentar una mejor educación y por los servicios relacionados con la innovación y la digitalización.
  • Continuar trabajando hacia un modelo más exportador. Con especial interés hacia EE. UU., China, Vietnam, Corea del Sur. Y en sectores donde tradicionalmente España es fuerte, como infraestructuras, AVE y energías renovables.
  • Acometer la reforma de las pensiones.
Septiembre está marcado en el calendario

Y todo esto, ¿qué tiene que ver con la ferretería y el bricolaje?

Si la economía sufre un parón a partir de septiembre, como casi todos pronostican, resulta evidente que nuestro sector también quedará afectado. Hemos comenzado 2022 con buenos resultados durante los tres primeros meses. En abril se produjo un estancamiento de la demanda, tanto en ferretería doméstica como en industrial. Pero en mayo y, sobre todo, en junio la actividad se ha recuperado y todo parece indicar que el sector acabará el verano con cifras positivas.

Y, ¿luego?

Los indicadores que nos rodean hacen pensar que se producirá una ralentización de la economía. Hasta qué punto, dependerá de múltiples factores. Si el coste de la energía continúa creciendo y la inflación no se controla, el presupuesto de las familias se verá muy afectado. Y ya sabemos lo que ocurre cuando esto pasa.

Sin embargo, y afortunadamente, no nos encontramos en la misma situación que en 2008. El canal de ferretería y bricolaje se ha reforzado durante los dos últimos años, durante la pandemia, y ha avanzado en digitalización (aunque todavía quede camino por recorrer). Las empresas del sector se hallan saneadas y con bajos niveles de endeudamiento. Por todo ello, aunque se avecinen meses inciertos (y, ¡cuándo no!), el mercado de ferretería no ha de temer por lo que ocurrirá en septiembre. Simplemente, debe seguir trabajando como hasta ahora: con sentido común, con la convicción de lo necesaria que es la ferretería y, sobre todo, con el máximo nivel de servicio al cliente. Con estos ingredientes, el buen resultado está asegurado.

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Delia
Delia
20/06/2022 12:44

Desde luego que llevas un 100% de razón en todo lo que comentas Marta. Es cierto que los primeros meses de este año han sido buenos pero en general ya estamos notando( ferreteros como yo) que nuestros clientes nos trasmiten ese quiero pero ahora mismo no puedo, que si la cesta de la compra, que si la gasolina, que si la electricidad… y así un buen rato, y la realidad es que no nos va mal, pero ´´´´´´´´´´´sí observamos que la gente soluciona lo básico y necesario lo demás ya veremos según vayan las cosas. Afortunadamente nuestro sector es muy necesario e imprescindible porque siempre ( sea en un piso o casita ) hay cosas que arreglar.

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