La pasada semana hemos vivido en el sector de ferretería y bricolaje un dulce reencuentro, gracias a tres destacados acontecimientos. Por orden cronológico: el foro de verano de AFEB, el Congreso AECOC y la feria de negocios de Coferdroza. Una semana decisiva, porque iba a servir de termómetro para conocer el grado de disposición a asistir a los eventos presenciales por parte de los profesionales que integramos esta industria. Y lo podemos decir bien alto: todos estábamos deseando regresar al mundo físico y abandonar, al menos en parte, la virtualidad.
Los tres acontecimientos han sumado, de largo, más de un millar de personas, muchas de las cuales han participado en todos ellos. Hemos vuelto a disfrutar de charlas cara a cara, aunque sea con mascarilla. Hemos vuelto a contarnos cómo nos va y lo que esperamos para el año próximo. Hemos repasado los principales retos del sector. En definitiva, hemos casi regresado a lo que éramos antes de esta maldita pandemia.
Pero este alegre reencuentro no debe hacernos olvidar aquellas cosas que no funcionaban o que eran manifiestamente mejorables antes del covid y que, tanto entonces como ahora, es preciso abordar.
De AFEB quiero resaltar el cada vez mayor peso que la asociación de fabricantes va adquiriendo en el sector. Y ello, gracias al empuje de sus socios y la gran actividad que despliega. No creo que existan muchas organizaciones con tal nivel de implicación, ni en España ni en Europa. ¿Qué le falta? Más compromiso de los socios para aportar datos económicos que permitan analizar con mayor precisión lo que pasa en el mercado. Y, sobre todo, aunque ya parece que va dando los primeros pasos, una mayor valentía para defender las posiciones de los proveedores frente a las arbitrariedades de algunos grandes distribuidores de bricolaje.
Difícil equilibrio
Sobre el papel de AECOC en el canal de ferretería y bricolaje, ya hemos debatido en C de Comunicación. Destaco las palabras del presidente del Comité, Jaime Mendoza, en una entrevista que nos concedió recientemente: “Nos gustaría ser la voz que agrupase a fabricantes y distribuidores y dar una imagen mucho más sólida y consistente”. Tiene trabajo por delante, desde luego. En cuanto al congreso del pasado 21 de septiembre, fue, sin duda, el más emocionante que hemos vivido nunca. Más allá de las anécdotas referentes a la elección del lugar de celebración -por la falta de aparcamiento o lo estrecho del auditorio- (parece que nunca se encuentra el sitio perfecto), no debemos olvidar lo fundamental.
Los asistentes esperan un evento que les aporte ideas para aplicar en sus negocios, que les inspire o que les abra los ojos a lo que puede deparar el futuro. Todo ello, sin olvidar los momentos para las relaciones interpersonales. Un equilibrio que no resulta sencillo de alcanzar. Cada vez se vuelve más complicado que las ponencias sorprendan. No ha sido una excepción este XXIII Congreso AECOC, con un nivel general plano, a pesar de la buena voluntad de la asociación y su comité.
Balance positivo
Por otro lado, lo que interesa a los proveedores, que son la mayoría de los asistentes, no parece interesar a los distribuidores. Y viceversa. ¿Nadie se da cuenta de que, cuando la conferencia versa sobre lo que pasa o pasará en las tiendas, los proveedores también han de absorber las ideas con los oídos bien abiertos? Y dejar los móviles y los mensajes a un lado por un rato.
A pesar de todo lo comentado, hago un balance positivo del congreso. Aunque no tan entusiasta como nuestros lectores, quienes -en la encuesta que pusimos en marcha la semana pasada– otorgan, en su mayor parte, la nota máxima de 5 y 4 estrellas. (De momento, y a falta de unos días para que se cierre la votación, ese porcentaje se sitúa en el 60 %. Solo el 15,6 % valora el congreso por debajo de las 3 estrellas).
El reencuentro con las ferias
Coferdroza tuvo el atrevimiento de apostar por un certamen presencial cuando todavía no estaba claro hasta qué punto se podría celebrar (lo anunció el pasado mes de mayo). Y la jugada le ha salido bien. 135 expositores y 260 socios inscritos son las principales cifras de su feria de negocios. Esto supone más socios que en anteriores ediciones y se ha notado por los pasillos. A pesar de ello, sigue siendo un evento pequeño, donde no se puede pretender que cada stand reciba una visita masiva de ferreteros. La opinión de los proveedores la obtendremos en unos días, tras realizar una pequeña encuesta. Pero hemos hablado con algunos de ellos durante el certamen. Y, como siempre, hay valoraciones para todos los gustos. Sin embargo, la mayoría asegura haber obtenido más visitas y pedidos que en 2019.
A pesar de ello, la conveniencia de estas ferias privadas sigue en entredicho por parte de los expositores. Muchos no ven la necesidad, en base a los resultados logrados, de asistir a ellas. Como siempre, el debate se encuentra abierto. En mi opinión, para que resulten eficaces se debe dar una vuelta al formato, en especial, en el caso de cooperativas y pequeños grupos, donde la masa crítica de socios es escasa.
Siempre hay alternativas
Por otro lado, los socios han de comprender que su organización desarrolla este tipo de actividades para facilitarles el acceso a determinados proveedores, al mismo tiempo que favorecer el conocimiento de novedades. Los que más difícil lo tienen, por supuesto, son los que se encuentran solos para atender la ferretería, porque, para ellos, acudir a cualquier feria o evento significa cerrar una mañana, una tarde o un día. ¿Se podrían fijar citas online con los expositores en estos casos? Seguro que, con voluntad y creatividad, se puede hallar alguna solución.
Y acabo mi post de esta semana con un espíritu feliz por el regreso a la presencialidad. ¡Nos vemos próximamente!
Buenas tardes,
Se me hace muy interesante todos estos estudios de mercado e innovaciones para el área de ferretería y bricolaje, y me gusta la gente que avanza con pasión. A mi me gustaría saber como poder extender el bricolaje acá en México ya que recién abrimos una ferretería y tengo un mundo de opciones y soluciones que ofrecer pero si me gustaría saber llevar una guía estructurada a las necesidades de mi entorno. Saludos!