En quince días se celebrará la “Primera Jornada para Jóvenes Ferreteros”, organizada por C de Comunicación, en la que participarán cuarenta profesionales de entre 20 y 40 años, que piden paso para liderar el canal de proximidad de ferretería y bricolaje durante las próximas décadas. Algunos ya toman decisiones del más alto nivel porque lideran el negocio; otros, a la sombra de sus progenitores, van aprendiendo las claves del mismo con el objetivo de tomar el relevo en un futuro próximo.
suministro industrial
La batalla de Madrid
Suena bélico, pero el título de este post refleja, en mi opinión, lo que está sucediendo en Madrid en el ámbito de la ferretería, el bricolaje y el suministro industrial y de construcción. En la batalla hay más de dos contendientes y varios niveles de litigio, lo cual habla de la complejidad del asunto.
Ferreteros jóvenes, esperanza para el canal de proximidad
Son jóvenes, están preparados, tienen ganas y ya ejercen de ferreteros. En los últimos tiempos me los encuentro en cada foro, piensan diferente que sus progenitores, no tienen miedo a las nuevas tecnologías y están abiertos a explorar formas de colaboración para sumar y multiplicar dentro de sus organizaciones y con otras semejantes. Todavía son pocos y no siempre tienen la última palabra dentro de sus empresas, pero, en mi opinión, son la esperanza real para el canal de proximidad.
Dependiente de ferretería, especie en peligro de extinción
Es una queja recurrente en todas las reuniones en las que hay un ferretero o un suministrador industrial, no se encuentran dependientes para los comercios del ramo. La cosa no es nueva pero se acentúa con el paso del tiempo y con los cambios sociales, que alejan a los jóvenes de una profesión que requiere años de formación y tiene unas expectativas poco halagüeñas si pensamos en términos económicos y de progresión profesional.
Cambio de mentalidad
Ahora que es lugar común hablar de la necesidad del cambio: político, económico, de modelo social, me gustaría hacer un apunte, aprovechando este blog, sobre el cambio que a mí me parece más importante de todos, el de mentalidad.
Parece imposible
Lo veo cada día, en cada foro de encuentro, lo oigo en las declaraciones de unos y otros, públicas y “off the record”; se visualiza en las diferentes iniciativas que periódicamente se presentan en el sector: no es posible la unión, no hay manera de trabajar juntos incluso en las áreas de interés común. Las organizaciones horizontales y el individualismo acendrado de los empresarios constituyen barreras insalvables para acometer proyectos comunes potentes que tengan consistencia de cara al consumidor final.
En esta temporada de foros de encuentro que viene desde finales de enero y abarcará hasta casi el borde de las vacaciones de julio-agosto, me he encontrado y me encontraré loables ejercicios de voluntarismo, proclamas a favor de que los demás se muevan y tímidos movimientos de resignación camuflados de positivismo poco realista.
Cadena 88, Cofan DAS, Ferrokey, Optimus, Ferrymas, Coarco, Clickfer, Bextok, Ferrcash, Ferreproxim… proyectos de cadena de ventas con vocación regional o nacional para mejorar las opciones comerciales de sus socios y asociados. Todos con sus pros y sus contras, manejando conceptos más o menos felices, reforzando el “backoffice” de las tiendas, invirtiendo en su modernización; pero, sobre todo, luchando a brazo partido con los empresarios de su organización para que se dejen asesorar y formar, para que abran sus tiendas a sus expertos en marketing, merchandising, comunicación, logística, sistemas, etc, para que compartan la información del mostrador y la calle con los que pueden devolvérsela enriquecida en forma de planes de fidelización y promociones, nuevos surtidos en productos y materiales y plataformas comunes para desarrollar la venta “on line” o la entrega directa del pedido al cliente, sin pasar por la tienda.
En este escenario, pensar en ir un paso más allá para configurar dos o tres potentes grandes enseñas para competir en la mente de consumidor con las organizaciones verticales, parece una quimera. Y, sin embargo, en mi opinión, en eso es en lo que deberían estar aquellos que ahora se limitan a un apostolado tibio y resignado entre los suyos para permeabilizar ese individualismo que tanto daño hace a las pequeñas y medianas empresas del canal de proximidad de ferretería, bricolaje y suministros industriales.
Parece imposible, aunque, en mi opinión, si se quiere se puede, si se visualiza se puede, si se habla se puede, si se “hace” se puede.