Cerrado 2011 con más pena que gloria -con las siempre agradables excepciones-, el sector de ferretería y bricolaje se enfrenta al nuevo año con muchas incógnitas que resolver, amenazas a corto y medio plazo y -en mi opinión- unas cuantas oportunidades que aprovechar. Las grandes alianzas entre distribuidores -Ancofe, Fergrup, Comafe, Cofac, Cecofersa, Coferdroza, etc-, si son capaces de superar los últimos obstáculos, alumbrarán un nuevo escenario para el canal tradicional. Operadores como Leroy Merlin, Akí o Bricoking, entre otros, anuncian nuevas aperturas. Cifec seguirá incorporando nuevos establecimientos a su franquicia Ferreproxim y Comafe a su cadena voluntaria FerrCash. Ehlis seguirá potenciando Cadena 88, tratando de hacerla visible para el usuario final. Clásicos como Manuel Bernardo se reinventan, potenciando la línea de negocio más ferretera…
Las nuevas marcas globales como Bahco, Tivoly, StanleyBlackandDecker consolidarán su liderazgo si son capaces de transmitir al prescriptor las ventajas y sinergias que aportan al mercado. Los fabricantes españoles asumirán el reto de la internacionalización con un euro más bajo y una experiencia acumulada que debe dar resultados a corto plazo.
El reposicionamiento generalizado de las marcas en los diferentes canales aportará también oportunidades al detallista que apueste por un modelo de negocio marquista en el que la aportación de valor se genere desde la marca y se enriquezca con las aportaciones comerciales de quien tiene que hacerla llegar al consumidor final. La experiencia de los últimos años evidencia que jugar con dos o tres barajas acaba siendo negativo para la cuenta de resultados y que en tiempos revueltos, es más beneficioso buscar referencias sólidas que ir saltando de rama en rama según caliente el sol.
Acabo invitándoles a reflexionar sobre la importancia de una buena comunicación que contribuya a resaltar los valores y las diferencias de cada operador en un mercado raquítico y confuso; y sobre la necesidad de ganar terreno en el bolsillo del consumidor para el bricolaje, en detrimento de otras actividades de ocio.