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Se acabó lo bueno, toca picar piedra

Parece que se acabó lo bueno, toca picar piedra. Eso es al menos lo que se desprende de los últimos sondeos realizados por el equipo de ferretería y bricolaje de C de Comunicación. El efecto positivo de la pandemia en el consumo de productos y materiales para la mejora y mantenimiento del hogar ha ido diluyéndose en los últimos meses y, a pesar de que se espera una buena campaña de Navidad, la mayoría de las fuentes consultadas augura un nuevo tiempo en el que habrá que volver a esforzarse para vender.

O sea, que vuelve la normalidad. Que para vender habrá que recuperar las buenas prácticas comerciales, potenciar la colaboración fabricante-distribuidor-detallista y seleccionar las marcas y artículos que sean mejor percibidos por el consumidor.

Se estabilizan las ventas

Cuando digo que se acabó lo bueno, no quiero decir que ahora venga lo malo; más bien que lo bueno habrá que ganárselo día a día, como antes de la pandemia, como siempre. Quizá debería haber dicho más que lo bueno, lo fácil. Porque con una demanda disparada, lo difícil era no vender.

Salvo casos perdidos, la mayoría de los actores del mercado de ferretería y bricolaje han vendido mucho y bien. Más unas familias que otras -jardín, menaje, piscinas, ordenación, pinturas, decoración, etc.-, pero, en general, la demanda ha sido potente desde que la finalización del estado de alarma permitió reabrir los comercios del ramo.

Todavía hoy se producen picos de demanda en artículos muy concretos. Estos días, ante la posibilidad de que se puedan producir apagones de luz durante el invierno, se ha disparado la venta de infiernillos de gas o de linternas. Pero, estabilización es la palabra que más define la marcha de las ventas en los tiempos recientes.

Picando piedra se encuentran tesoros

Toca -en mi opinión- picar piedra. Teniendo en cuenta que picando también se encuentran tesoros. O dicho en lenguaje comercial, se encuentran oportunidades.

En situaciones de estabilización, la diferencia la marcan los atrevidos, los que apuestan por la innovación. Y los más rápidos; los que se adelantan unos días a las circunstancias: a una nevada, a una inundación, a la Navidad…

También, los que se alían con los mejores: con las mejores marcas, con las mejores organizaciones de distribución, con los mejores colegas. Para visibilizar la ferretería y sus puntos fuertes. Como lo hacen habitualmente el Gremi, Agrefema y otras asociaciones comerciales de ámbito local o regional.

Aprovechar el viento a favor de las marcas que se comunican con el público a través de los medios de comunicación o las redes sociales, es otra forma de situarse en el sitio correcto en el momento oportuno.

Y, como decía en mi anterior post, tener mercancía disponible en el momento o lo más rápido posible. Independientemente del nivel de la demanda, el comprador quiere el producto “aquí y ahora”. No suele darnos segundas oportunidades.

Se acabó lo bueno, empieza lo bueno

Parafraseando a Dickens en su novela “Historias de dos ciudades” cuando escribía “Era el peor de los tiempos, era el mejor de los tiempos; era el siglo de la locura, era el siglo de la razón; era la edad de la fe, era la edad de la incredulidad…” para describir una época de superlativos, diría que “Se acabó lo bueno, empieza lo bueno”.

Se acabó lo bueno para los que solo se han dedicado a vender cualquier cosa a cualquier precio. Empieza lo bueno para los que se han ocupado de dar el mejor servicio a los clientes, las alternativas más adecuadas y el asesoramiento más profesional.

Se acabó lo bueno para los que cogen un pico cualquiera y atacan cualquier piedra. Empieza lo bueno para los que eligen el mejor pico y atacan la zona de piedras donde pueden aparecer tesoros.

Feliz semana.

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