
Parece que por fin volvemos a vernos, en Madrid y Zaragoza, con motivo de la celebración del Foro de AFEB, el Congreso de Ferretería y Bricolaje de AECOC y la Feria de Coferdroza. Son los tres primeros eventos presenciales del sector desde que hace más de año y medio se cerraron los de Sicur y Big Mat y, un poco antes, Expocadena 88.
No voy a recordar todo lo que hemos pasado desde entonces, lo que empezó siendo una alarma en la lejana China se ha convertido en una especie de distopia apocalíptica que ha supuesto la muerte de casi 5 millones de personas en todo el mundo y el contagio por el maldito COVID19 de más de 200 millones.
Afortunadamente, los seres humanos somos una especie de supervivientes capaz de adaptarnos a las circunstancias más adversas -como las hormigas o las ratas-y aquí seguimos 18 meses después dispuestos a retomar una vida normalizada lo más parecida a la que teníamos a principios de 2020. Incluso con eventos presenciales.
Lo que hemos aprendido
¿Qué hemos aprendido en estos meses infaustos?. A título de inventario, que:
- La ferretería es una actividad esencial
- El sector tiene una gran resiliencia
- La práctica del bricolaje se ha generalizado, incluso como terapia ante el confinamiento
- La cadena de suministro ha funcionado razonablemente bien
- La venta online ha dado un salto cuantitativo y cualitativo de varios años
- La logística se ha convertido en un factor diferencial de primer orden
- La disponibilidad ha ganado protagonismo al precio de los productos
- El factor humano marca las diferencias, incluso a distancia
- En épocas de crisis sale lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros
- Hasta en los peores momentos podemos encontrar oportunidades
Lo que nos espera
Sin echar las campanas al vuelo, porque las mutaciones del virus pueden darnos todavía algún disgusto, lo previsible es que la presencialidad vuelva a ser lo habitual. Combinada, eso sí, con videollamadas, webinars, eventos en streaming, etc.
El desarrollo de las plataformas tipo Zoom, Meet o Go to meeting multiplica las opciones de contacto, las facilita y las agiliza. Han llegado para quedarse y suponen una ayuda -no lo sustituyen- al contacto presencial.
Por lo que se refiere a las ventas, los expertos son optimistas para los próximos meses. El crecimiento general de la economía, el descenso en las cifras del paro, el ahorro acumulado por las familias durante la pandemia, el mantenimiento del ritmo de reformas y rehabilitación de viviendas, oficinas, hoteles y restauración, son factores positivos para el sector.
En el lado negativo, la escasez de materias primas y el aumento de precios en origen, sumado al problema de los fletes, pueden provocar disfunciones en la cadena y un ajuste de los márgenes.
En cualquier caso, espero que durante los próximos eventos podamos cambiar impresiones y ahondar en el análisis general del sector y del futuro más próximo.
Volvemos a vernos en Madrid y Zaragoza. Feliz semana y ojo con el virus, que sigue haciendo estragos.
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