Cuando en mayo de 1984 aterricé en el sector de ferreterÃa, nada me podÃa hacer pensar que 35 años después estarÃa haciendo balance de los cambios habidos en todo este tiempo.
Cuando empecé a escribir mis primeros artÃculos, lo hacÃa en una máquina de escribir manual y corregÃa con tipex. RecibÃa teletipos de agencia como EFE -¿alguien recuerda el télex?- y solicitaba información por carta.
Las ferreterÃas eran las dueñas del mercado -no existÃan ni medianas ni grandes superficies de bricolaje todavÃa- y aunque la oferta estaba a punto de superar a la demanda como signo de los tiempos, no habÃa ferretero -excepto los de medio pelo, despreciados por sus propios colegas- que no tuviera un Mercedes en el garaje de su casa.
Ya habrán intuido que les hablo de la prehistoria. Asà es.
Lo que fue y lo que es
Como este blog va de cambios, relacionaré, fiándome solo de la memoria, diez que considero importantes.
- En 1984, el número de ferreterÃas rondaba los 12.000 puntos de venta. Hoy superan por poco los 7.000.
- Cada ferreterÃa era independiente, aunque perteneciese a alguna de las 20 cooperativas existentes. Hoy, cada ferreterÃa es independiente, aunque pertenezca a alguna de las múltiples cadenas existentes.
- La mayorÃa de ferreteros consideraban a la clientela unos indocumentados, afortunados de poder acudir a una ferreterÃa para resolver sus problemas. Hoy, la clientela considera a la mayorÃa de los ferreteros, unos indocumentados que no son capaces ni de informarse a través de internet.
- Los márgenes sobre venta superaban en la mayorÃa de los casos el 50%. Hoy, los márgenes -sin tener en cuenta la venta “on line”- son la mitad que entonces.
- El almacén era la mina de oro del ferretero. Con inflaciones del 15-20%, toda la liquidez se destinaba a acumular existencias. Hoy, el almacén es un lastre insostenible. ¡Que almacene el fabricante!
- Los fabricantes ejercÃan un control casi absoluto sobre los precios. Hoy, con internet de por medio, los precios no los controla nadie.
- Cuando uno entraba en una ferreterÃa, llamaba la atención el guardapolvos -gris o gris- con más grasa que el tomizo de un jamón. Hoy, la indumentaria es multicolor: rojo, naranja, verde, azul… incluso gris.
- Lo primero que aprendà es que no habÃa nada más distinto de una ferreterÃa que otra ferreterÃa. Hoy, a pesar de las cadenas de venta, lo que se puede decir es que no hay dos ferreterÃas iguales.
- El ferretero era un profesional entrañable, que sabÃa de todo y conocÃa a sus clientes. Hoy, el ferretero sigue siendo un profesional entrañable que conoce a sus clientes que, desgraciadamente, se han ido haciendo mayores a la vez que él y, algunos, han desaparecido.
- En 1985, cuando empezamos a publicar una revista mensual, los patriarcas de la ferreterÃa nos decÃan que estábamos locos, que no habÃa tanta información en el sector. Hoy, publicamos un newsletter diario.
Los próximos cambios
Me consta que hay muchos profesionales del sector preocupados por el futuro de la ferreterÃa. Dudan sobre la viabilidad de un canal en el que la edad media de los propietarios se acerca a los 60 años y en el que es muy difÃcil desarrollar proyectos que integren a cientos de puntos de venta con una enseña común -con todo lo que ello supone-.
Relaciono aquà -más en serio- los próximos cambios que, en mi opinión, tendrán que afrontar las ferreterÃas si aspiran a mantenerse como un canal de referencia:
- Digitalización. Sin alternativa. Sin ella, no se podrá avanzar
- Omnicanalidad o unicanalidad -más moderno-. Para estar donde está el consumidor
- Formación. Para estar a la altura de los clientes
- Sumar. Solo con la fuerza que da la unión se podrá competir. A no ser que se conviertan en superespecialistas.
- Optimización de recursos. Con márgenes que van a seguir siendo bajos, no cabe otra cosa que aprovechar sinergias y optimizar los recursos (logÃstica, marketing, surtido, software…)
- Transparencia. Compartir información con el resto de la cadena o quedarse fuera de juego.
- El cliente. Sólo puede haber un foco, él.
Feliz semana.
Hola Joan, buenos dÃas,
Quizá no me he expresado bien, porque estoy bastante de acuerdo con tus comentarios.
Me explico, En el punto 2, lo que querÃa decir es que, en general, el ferretero va a su bola. Si coincide con las directrices de su cooperativa o cadena, bien. Si no, hace de su capa un sayo.
En el punto 3, creo que lo ves desde tu experiencia. Y yo, si os utilizo como ejemplo, estoy de acuerdo contigo; porque sois toda la familia unos profesionales de 10. Lo lamentable es que hay cada vez más “profesionales” que no conocen lo que venden. Y, de las novedades, habrÃa mucho que hablar con los fabricantes, que se quejan amargamente de lo que les cuesta introducirlas en según qué organizaciones y ferreterÃas.
Que vendáis mucho este verano y nos veamos en noviembre en Madrid, en la Jornada de Jóvenes Ferreteros.
Un abrazo.
Buenos dÃas Juan Manuel. Por una vez y que no sirva de precedente, no estoy de acuerdo con algunos de los cambios que has detectado:
– El punto 2, cuando dices que las ferreterÃas son independientes, he recordado algún compañero mÃo que me comentaba que es esclavo de su cooperativa , ya que sus aportaciones no las puede rescatar para cambiar a una central de compra, que si quiere irse, pierde el dinero invertido.
– El punto 3, lo siento, pero me niego a pensar que los clientes no confÃen en el ferretero. Algunos clientes sà que me han comentado que al comprar en grandes superficies del sector ferretero, el nivel de formación de los trabajadores es mejorable… Pero creo que en casi todas las ferreterÃas intentamos mantenernos al dÃa de las novedades ( vuestra new es un ejemplo )…
En todo lo demás, muy de acuerdo, también en los próximos cambios, que esperemos ver en nuestro lugar de trabajo todos.
Un caluroso saludo desde Mallorca !