Informábamos la semana pasada de la espantada de la italiana Bricofer, que ha renunciado a la compra de los establecimientos que la francesa Bricorama puso a la venta hace unos meses, una vez que decidió que su proyecto en España había llegado a su fin.
Nos hacíamos eco también del cierre inminente de todos los centros – a excepción de los dos fraquiciados- que BricoKing mantenía en Galicia y Ponferrada.
Y, en este mismo espacio, pasábamos revista hace siete días, a los bandazos de Bricor, que no ha logrado encontrar su sitio en el mercado, en parte, por rechazo del propio mercado, en parte por las convulsiones internas del grupo El Corte Inglés, ocupado en aspectos de mayor calado.
Sumemos la ya anunciada espantada de Brico Dêpot -que, sin embargo, realiza sorprendentes convenciones para hablar de su futuro-, y la lentitud del proceso de venta de los 28 centros que continúan abiertos, y tenemos un título de película americana candidata a los Oscars, para pintar el escenario en el que se mueve el sector: “La tormenta perfecta” o “La gran espantada”.
Oportunidades
Visto que más de 40 centros de bricolaje de los actualmente en funcionamiento están cerrando o pueden hacerlo en cuestión de meses, sin contar los de Bricor, el panorama se llena de oportunidades para los valientes.
Algunos, se plantearán ocupar alguno de los establecimientos que cierran; otros abrirán nuevas tiendas para atender a los clientes que quedan huérfanos, o aprovecharán la circunstancia para reformar o ampliar los suyos.
Los Bricocentros y las cadenas con mayor implantación en las zonas de espantada: Cadena 88, Óptimus, Ferrymas, Ferrokey o Clickfer, parecen, en principio, los mejor colocados para recoger el testigo. Como digo, es la hora de los valientes.
Buena noticia, no es
Salvo para los competidores directos, la espantada de varias enseñas de bricolaje no es una buena noticia. Ni para el grupo Adeo, el mayor beneficiado a corto plazo, la noticia es positiva. La carga de hacer crecer el mercado, en solitario, requiere recursos adicionales que acaban redundando en una caída de beneficios.
Por otra parte, la falta de referencias físicas, aboca al consumidor a la compra “on line” y, ahí, Amazon, de momento, tiene todas las de ganar.
Volviendo al principio, no me ha extrañado demasiado que Bricofer haya dado marcha atrás en su interés por las tiendas de Bricorama. En poco tiempo, algunas de ellas ha sido, Ardy, BricoKing y Bricorama. Otro cambio de nombre no creo que fuera la mejor forma de atraerse la confianza de los consumidores.
Feliz semana
Si bien algunos centros se encuentran muy cerca de otras marcas, hay otros que no tienen competencia ninguna y se quedan zonas , que acogen muchas poblaciones, sin este tipo de negocio. Es una lástima.
Por otra parte, “los consumidores” a los que te refieres tienen confianza ( o dejan de tener ) no porque haya cambios su dirección. Estos modelos de negocio , de superfícies medianas, atraen a los clientes ya no sólo por el producto sino por el trato más cercano y servicios que ofrecen . Quizás Bricofer no estaba preparado para el mercado español…
Uno de los ejemplos es el todavía Bricorama Ontinyent, con una buena afluencia de gente, que ahora le tocará coger el coche a poco más de media hora para encontrar otros centros.
Crecer es arriesgado y complicado… pero no imposible. Ánimo a los valientes!