¿Puede la ferretería aprovechar el caos que se avecina en el Black Friday? La respuesta es sí.
La amenaza de huelgas generalizadas en Amazon y Correos y los problemas de las empresas de logística para encontrar vehículos y repartidores -ya puestos de manifiesto el año pasado- para cubrir el aumento brutal de la demanda para estas fechas, apuntan a unas jornadas caóticas de las que, en principio, se puede sacar partido. O no.
A expensas de conocer los planes de las principales organizaciones de distribución de ferretería y bricolaje para competir en la orgía de consumo del Black Friday, cabe aprovechar la ventaja de la proximidad como elemento diferenciador y, en muchas ocasiones, definitivo.
Black Friday en el punto de venta
Porque, en mi opinión, al Black Friday también se le puede sacar partido en el mundo físico. Es por internet por donde se realiza el mayor número de transacciones, pero no veo por qué no una ferretería, un centro de bricolaje o, incluso, un suministro industrial, no puede aprovechar el tirón psicológico de unos consumidores dispuestos a “devorar” productos.
Me imagino la ferretería, la mediana o gran superficie de bricolaje, el centro de jardinería o el suministro de la construcción poniendo durante 24 horas todos los productos a la vista -o unas determinadas familias o marcas- con un 50, 60 o 70% de descuento.
Productos que el consumidor se lleva consigo en el instante de la compra sin dependencia de un reparto que, a fecha de hoy, parece improbable.
Comparto unas reflexiones:
- ¿Cuánto crecería la venta ese día?
- .¿Qué impacto tendría en el consumidor del entorno?
- ¿Cuánta gente nueva entraría en el comercio solo por la posibilidad de encontrar un chollo?
- ¿Cuántos huecos quedarían en las estanterías y los ganchos para colocar artículos más novedosos y rentables?
- ¿Se imaginan la ferretería abarrotada de gente en una jornada interminable?
Volverse loco una vez al año y ver qué pasa, merece la pena, ¿o no? ¿Se acuerdan de aquello de “A río revuelto, ganancia de pescadores”?: Pues eso.
Feliz semana
¡Hombre Juan, visto así no hay duda!
Si entramos más en detalle y miramos a medio y largo plazo, quizá merece la pena tirar un día la casa por la ventana
y “no ganar”. En mi opinión, habría que tener en cuenta los productos que llevan años en las estanterías sin venderse,
que los vendas al precio que los vendas le vas a ganar dinero. Y dejas sitio para colocar otros más innovadores, de
más valor añadido.
Y no quites importancia a que se llene la ferretería de gente que normalmente no entra.
Pero, en fin, son formas de verlo.
Buenos dias, Juan Manuel te acuerdas de aquello que decia “cuanto mas vendia mas perdia.”
un saludo