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Mostrador de ferretería

Cómo se ven las cosas desde el mostrador

Por Juan Manuel Fernández

Cómo se ven las cosas desde el mostrador, esa es la pregunta. ¿Qué tiene el mostrador de la ferretería, que presenta el mundo de una manera diferente a como el mundo es en realidad? Porque me apresuro a afirmar que, en mi opinión, desde el mostrador se ven las cosas, el mercado y a los clientes desde una perspectiva errónea, que acaba confundiendo al ferretero.

Desde la perspectiva del ferretero de toda la vida, el mostrador es el puente que permite al cliente acodarse en él y contarle su problema. El soporte sobre el que contar los tornillos, los tacos, las arandelas que pide el señor José; la mesa sobre la que desplegar el riel de los visillos y mostrar su funcionamiento a la señora María; el escritorio sobre el que dibujar al señor Juan cómo desplegar el circuito de riego por goteo del jardín.

El consumidor moderno, en cambio, abomina de las barreras y el mostrador, desde la perspectiva del cliente, es un muro, la línea que separa al que sabe -el ferretero-, del que no sabe -el comprador-. O lo era, porque conviene convencerse de que cada día más, el cliente que entra en la ferretería sabe tanto o más que el dependiente que le atiende. Las cosas de internet, ya saben.

Mostrador de ferretería

El mostrador distorsiona la realidad

Podríamos dedicar muchos párrafos a defender una u otra posición y cada argumento se podría contra argumentar con la misma fuerza, pero lo que me interesa de verdad es reflexionar sobre el mostrador como distorsionador de la realidad para el ferretero.

Afirmo que desde el mostrador solo se ven las cosas que se ven desde el mostrador. Qué perogrullada, ¿no? No lo crean. El ferretero que permanece toda la jornada detrás, solo ve a las personas que se acercan a él, no a las que no se acercan. Y podrá atender las peticiones y resolverá las dudas que el cliente le plantee, no las que no le plantee. Qué bárbaro, otra perogrullada. Sí y no.

Piensen, por favor, qué tipo de clientes entran en la ferretería y se acercan al mostrador.  Cuántos menores de 35 años. Cuántas mujeres de cierto poder adquisitivo y/o alto nivel cultural. Cuántos niños. Cuántos pasan directamente por caja sin asomarse al mostrador. Y aunque eso lo tuvieran claro, qué pasa con el resto de potenciales clientes.  ¿Por qué no acuden a la ferretería?

Salgan a la calle

Mi petición, mi ruego, es que salgan de detrás del mostrador e inviertan parte de su tiempo en comprobar en la calle, en las ferias y congresos, navegando por internet, visitando a otros colegas, paseando por los lineales de las GSB de bricolaje, los Zara, Mercadona, Apple, etc, etc, cómo va el mundo, cómo se comporta el consumidor -su potencial cliente- fuera de la ferretería.

Y, después de todo eso, dedique un rato a contrastar si la perspectiva desde detrás de su mostrador responde a la realidad de las cosas. Si se corresponde con las que ha visto en esas horas de “liberación”. Estoy convencido de que sea cual fuere el resultado de esas reflexiones, habrá valido la pena.

Feliz semana

 

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carlos
carlos
05/05/2018 07:47

Buenos dias.
supongo que estamos de acuerdo en que sus comentarios son extrapolables a todos los negocios con mostrador ( estancos, farmacias,……..)
internet ha cambiado el comercio en general, pero no se si usted ha trabajado detras de un mostrador en la ferreteria desde la aparacion del comercio electronico, pero en sus comentario no se menciona el auge de clientes que vienen a consultar las dudas que tienen acerca de los productos que compran por internet y que entonces si se acercan a los mostradores para que se las solucionemos ( no todo sera malo en un mostrador) y decirle que los ferreteros tambien tenemos internet, compramos por internet y salimos a la calle……
un saludo.

Arcashop
Arcashop
03/05/2018 18:56

Hola Juan Manuel, tiene usted toda la razón, el mostrador atrapa mucho. Hay que renovar modos de proceder y de trabajo, mirar en ferias, visitar otras tiendas para ver como plantean su negocio. Hoy día las ferreterías deben renovarse y ofrecer lo que no pueden las grandes superficies. Complicado es, el tiempo no sobra, pero merece la pena intentarlo. Gracias por este post, un saludo desde Sevilla.

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