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Leyes a remolque del mercado

El título del post de hoy, “Leyes a remolque del mercado”, es una obviedad. No por ello deja de merecer una reflexión. Siempre hemos sabido que la legislación, las leyes, van por detrás de la realidad que vivimos. Leyes como las del aborto, el matrimonio homosexual o la igualdad de género, se aprobaron cuando era un hecho incontestable que la sociedad ya había asumido esos comportamientos.

En el plano económico comercial, la eterna lucha entre proteccionistas y liberales se ve ahora condicionada hasta lo extremo por el desarrollo pasmosamente rápido de la tecnología. Asuntos como la libertad o no de horarios comerciales quedan sobrepasados por la realidad que supone poder comprar desde casa las 24 horas del día, los 365 días del año. Y que te sirvan lo comprado en un plazo de 2 horas.

ANGED reclama leyes comerciales más flexibles y justas.
Las grandes empresas de distribución agrupadas en ANGED eran el gran enemigo del pequeño comercio. Hoy, ambos tienen un enemigo común: los “pure players” de internet.

La semana pasada publicábamos la noticia de que ANGED, la asociación nacional de grandes empresas de distribución, integrada por El Corte Inglés, Carrefour, Ikea, o el grupo Adeo, entre otras, pedía una vez más un nuevo marco normativo, “moderno y flexible” para competir  con los grandes operadores online, como Amazon o Ali Babá. La argumentación de ANGED se basaba en las diferentes reglas con las que compiten en el mercado los comercios físicos con los “pure players” de internet, no sujetos a horarios ni a permisos de ubicación y con una fiscalidad manifiestamente más favorable.

La demanda se realiza, eso sí, mientras los grandes del comercio desarrollan sus propias plataformas “on line” para competir con esos a los que ahora acusan de hacerlo en condiciones más favorables. Y lo hacen en un escenario en el que muchas comunidades autónomas apuestan por unos horarios comerciales más restrictivos con argumentos relacionados con la conciliación trabajo-familia o la igualdad de oportunidades para el pequeño y el gran comercio.

Comercio físico contra comercio “on line”

Hasta ahora el enemigo del pequeño comercio era el gran comercio. Hoy, ambos tienen un enemigo común, el comercio “on line”. Pero los legisladores parecen no haberse enterado. O quizás es que no saben como meterle mano a una situación que evoluciona a ritmo vertiginoso.

Amazon está abierto 24 horas al día, 365 días al año
Nunca como ahora ha habido empresas globales tan grandes y con tanta capacidad para influir en el consumidor.

Nunca como ahora ha habido empresas globales de tamaño tan grande. Ni el acceso a la tecnología ha generado ventajas competitivas tan enormes. Tampoco nunca como ahora el consumidor ha tenido en sus manos tantas posibilidades de elección. Pero es que vivimos una revolución de la trascendencia de la primera revolución industrial. Y no podemos parar el progreso -o lo que sea que fuere-. Y la velocidad con la que se legisla es cada vez más lenta en comparación a la evolución tecnológica, que condiciona todo.

En mi opinión, tenemos dos opciones: esperar que los poderes públicos regulen el mercado o adaptarnos lo más rápido que podamos a las condiciones de ese mercado que, por cierto, repito, es lo que hacen los grandes grupos que piden un nuevo marco normativo.

Feliz semana

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