Ayer fue lunes de pascua. Viajé de Granada a Madrid sufriendo el mal estado de las carreteras, en mi caso, de las autovías, que ha dejado casi una década de abandono por parte de la administración del estado. Entre bache y badén y bote y bote pensaba en las dos próximas semanas de encuentros que se celebran en el sector y en las expectativas que se vislumbran. Me hace especial ilusión estrenarme en el “III Encuentro de Profer” que, por vez primera, se celebrará en Madrid, y poder contar de primera mano el sentir de los socios de Coferdroza, Coarco y Fercodis y conocer los planes de desarrollo de sus proyectos.
Antes, la Asamblea de AFEB servirá de toma del pulso general del bricolaje y la ferretería a lo largo del primer trimestre del año. La II jornada “Retos del Bricolaje”, auspiciada por ADFB y AFEB, con el patrocinio de Eurobrico, que se ha diseñado con el objetivo de buscar “mensajes prácticos que se puedan implementar en cada empresa, iniciando el estudio de viabilidad de las ideas y desarrollándolas juntos, por primera vez, fabricantes y distribuidores”. Y el “Big Mat Day”, donde se podrán calibrar los avances de los especialistas en materiales de construcción en las familias de productos más bricolajeros o para el cuidado y mantenimiento del jardín.
La falta de referentes políticos no augura buenos tiempos para el inicio de proyectos tan necesarios como la renovación de infraestructuras –como autovías y autopistas, por ejemplo- ; sin embargo, otros indicadores validan las buenas perspectivas que se apuntaron en 2015. Mayor facilidad para el acceso al crédito, tanto de empresas como de particulares; dinero relativamente barato; buena temporada de turismo – ¡turistas welcome!-, aumento del consumo interno, aumento del número de viviendas iniciadas, subida del precio del alquiler de las oficinas –que me lo digan a mí- y otros tantos que permiten, de momento, mantener un moderado optimismo sobre la bondad del año en curso.
Confío que las dos próximas semanas –esta y la que viene- confirmen vía nuevos contactos y más pedidos los buenos augurios y la predisposición de toda la cadena de distribución de promover experiencias y productos acordes con lo que el consumidor está dispuesto a comprar. Y se produzca también la resurrección del sector.
