El pasado viernes asistí a la presentación de la marca UHU, aunque quizás debería decir a la presentación de la gama completa de productos UHU, una marca presente en España desde los años 60 que se ha mantenido durante todos estos años en una posición secundaria dentro del mercado de ferretería y bricolaje, pero que es bien conocida en los ámbitos escolares y de manualidades. Cuando yo era niño, UHU era la marca que competía en las papelerías con el pegamento Imedio.
En la presentación, los responsables mundiales de la marca y el country manager de España. Pedro Callejo, repasaron la historia de una marca con más de 100 años que ahora pertenece a la multinacional italiana Bolton, donde –paradojas de la vida- comparte desde hace tiempo catálogo con Imedio. Hablando de los ejes estratégicos, UHU se fundamenta en tres: calidad, innovación y sostenibilidad, con un marcado acento en el cuidado del medio ambiente.
Lo que más me llamó la atención, y por eso lo utilizo como sustento de estas líneas, fue la idea de estar cerca del consumidor desde la infancia, desde que el niño hace sus primeras manualidades en el colegio. Y seguirle ofreciendo soluciones a lo largo de su vida, tanto en el plano doméstico como en el profesional.
Me pareció una idea brillante. No fácil de implementar, pero brillante. Porque lo que aprendemos de niños, los productos y materiales que utilizamos cuando somos unos tiernos infantes nos queda para siempre grabado en nuestro cerebro como algo que llega a alcanzar la categoría de mágico.
Siguiendo este razonamiento, estoy convencido de que la práctica del bricolaje –empezando por las manualidades, por el trabajo con papel o cartón- debe fomentarse desde la guardería. Enseñar a los niños a trabajar con sus manos, estimular su cerebro ayudándoles a crear pequeños proyectos, incentivar el trabajo conjunto con sus amigos, padres, hermanos o abuelos, debería constituir el semillero de los futuros aficionados al bricolaje. Las marcas como UHU así lo entienden y –en mi opinión, que recuerdo esa marca desde hace 50 años- están en lo cierto.
Gran idea.
Creo que a todos nos gusta ver llegar a es@s niñ@s a nuestros mostradores, acompañados de sus padres, pidiendo los típicos artículos para el trabajo del colegio.
En muchas ocasiones con más idea o iniciativa ell@s que sus padres. Niñ@s ambiciosos, que a falta de práctica, prometen ser unos futuros gran manitas. Ese manitas que parecía hace no mucho, que estaba en período de extinción. Pero que poco a poco parece que iremos recuperando.
Iniciativas como esta, o como el dibujo animado de “mani manitas”, que a mi tanto me hace disfrutar cuando veo a mi hijo de 3 años, quedarse boquiabierto con las herramientas, con las tuercas o arandelas….. Como las de tu ferre papi!!!!!!; pueden ayudarnos a seguir potenciando este nuestro sector.
Por mi parte, la puerta de mi tienda está abierta a estas iniciativas.