Como cada año por estas fechas los folletos que recogen las campañas de Navidad de los diferentes operadores van llegando a la redacción, por tierra, mar y aire. Como cada año por estas fechas mis colaboradores y yo comentamos las mismas cosas, hacemos las mismas críticas por lo rutinarias de las propuestas y alabamos los aspectos diferenciales que excepcionalmente aparecen aquí y allá. Los adornos navideños, los taladros y atornilladores eléctricos para papá; los pequeños electrodomésticos y el menaje en general para mamá; las almohadillas eléctricas para los abuelos, etc. “Folletos armario” que se parecen entre sí y que recuerdan a los del año pasado, y a los del anterior, y a los del anterior…
Páginas y páginas de artículos, muchos de los cuales no son de disponibilidad inmediata en los comercios, algunos de ellos no estarán disponibles nunca. Páginas y páginas de artículos a precios poco competitivos –sí, digo a precios poco competitivos- y, en demasiados casos, a precios significativamente altos.
Sé que la cosa no es fácil, sé que confeccionar folletos con cientos de artículos de diferentes familias y todos a precios imbatibles es complicado; sé que la logística de una campaña como la de Navidad supone un reto de proporciones homéricas; sé que planificar los volúmenes de compra en un entorno de incertidumbre es como la cuadratura del círculo, más si como en el caso de las centrales de compra o las cooperativas, la atomización y la heterogeneidad de sus socios no hace más que complicar las cosas.
Echo en falta, sin embargo, folletos que produzcan emociones, que expliquen cosas, que deslumbren con productos verdaderamente innovadores y precios gancho, que incorporen códigos QR que remitan a web atractivas, que no solo permitan sino que faciliten la compra por internet, que recojan los valores del establecimiento y de la cadena, en fin, que aporten eso, valor.
¿Alguien tiene que decir algo al respecto? Me gustaría conocer sus opiniones. Gracias
Los cod. QR tienen mucho juego, más incluso del que se conoce o se explota, el problema viene que mientras que en países del norte suele superar fácilmente el 50% de uso entre los usuarios móviles, en España creo que esa cifra quedaba entre el 5 y 10%, muy baja. Aun así puede ser muy interesante si se realiza un buen seguimiento.
En mi tienda el folleto es efectivo; cuando hacemos el reparto la gente viene a preguntar y a comprar, que es el objetivo. Si hago una inversión en papel quiero recuperarla. Hay que preguntarse: ¿el folleto es el canal adecuado para formar al cliente? ¿es verdaderamente una inversión rentable?. Cada herramienta tiene su función.
El folleto sí puede ser una buena plataforma para llevar a nuestros clientes donde queremos: nuestra web, youtube, nuestra tienda, TV,… Para ello, los códigos QR apuntados en este artículo pueden ser muy útiles y no los estamos explotando bien.
Acertáis en todo, vuestro comentarios van muy en linea con lo que opino. Solo añadir que mayormente se pone en el folleto lo que quiere el proveedor y no tanto lo que selecciona la cooperativa, por el simple hecho que paga por aparecer, de igual modo es el que marca los precios, por eso se dan demasiados casos de precios muy desviados con el precio de mercado, no solo al alza, sino también con margenes excesivamente bajos. Se hecha mucho en falta precios gancho que atraigan al cliente a la ferretería de igual modo que las grandes superficies. Y aunque no siempre se puede innovar con artículos novedosos, si se puede aumentar el esfuerzo en el diseño y presentación del folleto que suele dejar bastante que desear y eso sin tener en cuenta los excesivos errores, de precios, descripciones o fotos que suele haber… Sin lugar a duda en muchos casos hay un exceso de artículos, por ejemplo una página con 12 taladros, 8 de precio alto, 2 de precio medio y 2 de precio bajo, cuando es más atractivo, claro y seductor poner solo 6 con imágenes más grandes, más detalles, por ejemplo 2+2+2 o 1 super precio 1… Leer más
Hola Juan Manuel, me parece que hay poco que añadir a tus comentarios, simplemente comentar que este es un tema que ya lo he comentado con las centrales en varias ocasiones, y siguen con su tradicional sistema de “catálogo” que como únicamente se puede llamar a lo que publican. El folleto, ya nos está enseñando la nueva distribución (con la que no trabajo)que tiene que ser breve, ágil, con artículos de gancho y con una duración que no sea excesiva para centrar las ventas en unas fechas determinadas. Estos folletos que lanzan las cooperativas, son inasumibles por los ferreteros, es imposible que tengan ni tan siquiera 1 sola pieza de cada en su tienda para dar respuesta al usuario que lo necesite en un momento determinado.En muchas ocasiones, con este sistema abocan al usuario a ir a buscar los productos a otro tipo de comercio, a pesar de que a veces han sido ellos los que han creado la necesidad en el usuario a través de ese mencionado folleto. Ese incremento de facturación que comenta Alfonso, a veces creo que es ficticio ya que sin ese libro gordo de petete también incrementarían ventas por las fechas en que aparecen. Saludos… Leer más
Una de las cosas que más me inquietaba antes de formar parte de una gran cadena a nivel nacional y abandonar el pequeño grupo de amigos ferreteros que en forma de cooperativa intentaba año tras año y sin éxito lanzar al mercado autonómico su propio folleto, era como podría defender(en una tienda con lineales más o menos estables, proveedores habituales y una cuidada selección de producto), un folleto de 40 o 50 páginas en el que había desde radios hasta taladros de marcas con las que no había trabajado en años, pasando por termómetro, maletas, calienta-biberones…
Pues bien, como dices, claro que es imposible tener todo eso en la tienda, pero con un servicio medianamente rápido de almacén central, alguna que otra excusa a clientes exigentes, y picando algo de dicho folleto, vamos tirando, solo tirando…
Mientras sirva para aumentar las ventas, no seré yo el que “levante la perdiz” acerca de lo conveniente del surtido de estas publicaciones.
El sector sigue ” tradicional ” en exceso. Es como las velas del árbol de navidad.
Se ponen sin realmente recordar para qué sirven.
Las promociones ya son continuas y aburridas como la publicidad en la TV. Uno va a hacer ” pis ” esperando los 5 largos minutos.
Entonces como salir de la autopista..esa recta que todos utilizamos…?
Los ” early adopter” siempre innovan y están ensayando cosas. Es difícil porque estos no tienen los bolsillos llenos para imponerse. Poco a poco…
Buenos días,
Estoy totalmente de acuerdo con tu artículo. ¿Quién se va a mirar y comparar tantos catálogos y tan extensos cómo hay hoy en día? Además, siguen manteniendo todos los tópicos machistas heredados de nuestros ancestros.
Y para rematar el tema, cualquier central que se precie queda bloqueada durante los meses que dura la preparación de dicho folleto y de otros. Parece que se acaba el mundo.
Yo apuesto por folletos mucho más pequeños y específicos con productos exclusivos y a un precio realmente atractivo, que te distinga de la competencia.
Saludos,
Enric Robelló
hola me parece super correcta tu valoracion acerca de los folletos, son todos iguales cortados por el mismo patron pero como bien dices no es facil hacer muchos experimentos en un mes complicado como la navidad en el que la gente la mayor inversion la realiza en comida y regalos
aun asi habria que sentarse y replantearse la direccion que queremos que cojan estos folletos navideños tan repetitivos en muchas ocasiones.
un saludo