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La caída de los ídolos

Preparaba la semana pasada el último blog de la temporada, pensando en un tema ligero y estival ,cuando recibí la noticia de la confesión pública de Jordi Pujol, quien reconocía que durante más de 30 años había estado defraudando al fisco español al no declarar un número indefinido de millones de euros –hay quien afirma que unos 150- que tenía a buen recaudo en Suiza y otros paraísos fiscales. Reconocía el pecado y pedía perdón a las personas de buena voluntad.

La primera vez que hablé con Pujol, fue en su despacho del barcelonés Paseo de Gracia, donde radica la sede de la Fundación que lleva su nombre. Junto con Fernando Bautista y Darío Alonso, presidente y tesorero respectivamente de la Fundación Txema Elorza, fuimos a solicitarle que aceptase la presidencia de honor de la Fundación recientemente creada. Corría el otoño de 2007. En el Patronato de la Fundación pensábamos que un personaje como Pujol  -uno de los referentes de la transición de la dictadura a la democracia, presidente de la Generalitat de Cataluña durante dos décadas y, entonces, ya fuera de la primera línea de la política- podía dar visibilidad y prestigio a una entidad nueva y modesta que aspiraba a reconocer los valores humanos y profesionales de los profesionales de ferretería y bricolaje y a servir de referente moral y solidario en el sector.

Durante los cuatro años en los que fue Presidente de Honor de la Fundación, tuve ocasión de verle varias veces, siempre en su despacho del Paseo de Gracia, y de compartir con él y su esposa, Marta Ferrusola, mesa y mantel en las diferentes ediciones de los Premios Txema Elorza.  Recuerdo el interés que mostraba por lo que pasaba en el sector y recuerdo las charlas siempre amenas en las que no faltaban las regañinas a los políticos y a la sociedad en su conjunto por la falta de seriedad y de moralidad y, por esa costumbre tan arraigada en el país de vivir por encima de nuestras posibilidades.

Por todo ello, por el afecto y la admiración que llegué a tenerle en esos años en los que también leí  sus memorias y sus ensayos de política catalana y española, más duro ha sido comprobar que detrás de esa fachada impecable de personaje histórico, honesto, cabal, sensato, pactista, con sentido de estado, no había más que otra persona indigna de ocupar los puestos y las responsabilidades que ocupó, ya que mientras predicaba moralidad, él era un inmoral, mientras perseguía el fraude, él defraudaba no solo a la hacienda pública sino a todos los que creíamos en él .

En fin, otro ídolo caído. Qué pena. De seguir así, dentro de nada no podremos creer nada más que en el frío que produce el hielo y en el calor de la canícula. A pesar de todo, les deseo unas felices vacaciones. Hasta septiembre.

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Alejandro
Alejandro
29/09/2014 10:19

Enhorabuena J.Manuel
este pajaro es del que se presumia ……..
Oí el otro dia una frase a un actor:
“LA POPULARIDAD ES LA LIMOSNA QUE LOS PODEROSOS DAN A LOS VANIDOSOS”

Miguel Andrés
Miguel Andrés
02/09/2014 10:59

Como siempre has acertado de pleno en el sentimiento que nos ha generado esta noticia.

Mejor no se puede explicar.

Enhorabuena

Darío Alonso
Darío Alonso
29/07/2014 06:36

Juan Manuel, felicidades por tu acertado blog y gracias por haber puesto palabras a mis sentimientos. Te entiendo perfectamente. Qué gran defraudador y qué gran fraude nos hemos llevado los que creíamos conocerle y estábamos orgullosos de sus charlas magistrales de política y ética. Con qué avidez le escuchaba y con qué rapidez me tragaba los libros que nos recomendaba.
Está claro que por mi origen y residencia ni soy ni puedo ser catalanista, aunque siempre he tratado y trataré de entender y compatibilizar sentimientos y posiciones,sin embargo sí que me llegado a creer que era pujolista y ferrusolista. Qué gran engaño. Por ellos he puesto muchas veces la mano en el fuego, incluso con algún patrón y patrocinador de la Fundación que no veían la idoneidad de tener a Pujol en la presidencia de honor. Menos mal que el fuego era figurado, si no estaría abrasado. Abrasado moralmente es como estoy. Como con otros maestros, tendré que seguir el consejo de mi padre, “recuerda lo que predican, no lo que hacen”.

RAFAEL MURATORI LACASTA
RAFAEL MURATORI LACASTA
28/07/2014 20:32

Leo tus comentarios sobre “un nuevo idolo caido ” y me identifico en su totalidad. Lo voy a resumir muy brevemente y es cambiandole el título se MOLT HONORABLE por el de MOLT DESPRECIABLE

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