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La ferretería de Madrid

Asamblea General de AGREFEMA, Asociación Gremial de Ferretería de Madrid. Viernes 27 de junio. Unos 50 profesionales –ferreteros, fabricantes y agentes comerciales- participan en la elección de su nueva Junta Directiva. Una sola candidatura. Unanimidad en la elección. Javier Fresneda, de Ferretería Javier, nuevo presidente. Felipe González, de Ferretesa –presidente saliente- vicepresidente. Julian de Frutos, tesorero. Ignacio Bringas, de Redondo y García; Miguel Andrés Ortiz, de Ferretería Ortiz; Martín Irisarri, de Ferretería Irisarri; Oscar Madrid, de Madriferr; Alejandro Lara, de Grupo GCI; Anselmo Vicente, de Makita; Darío J. Alonso, de Worx; Ignacio Vega, de Micel, vocales.

La misma Junta anterior con cambio de responsabilidades. Una Junta potente, con representantes de las mejores ferreterías de la comunidad autónoma y otros profesionales de algunos de los fabricantes más señeros. AGREFEMA forma parte de AECIM, Asociación de Empresas del Comercio e Industria del Metal, que le da cobertura para la negociación de convenios colectivos, formación continua, asesoría fiscal y laboral, gestión empresarial, etc. Y cuenta con el apoyo habitual de otras compañías como Bralo, Quilosa o AFO.

Con estos mimbres, cabría pensar que AGREFEMA es la locomotora de la ferretería madrileña. Desgraciadamente no es así. Y no lo es, no por falta de trabajo e ilusión de la Junta Directiva y de sus apoyos, lo es por el pasotismo general de la ferretería madrileña a la hora de unirse para defender sus intereses. Que de los casi 1.000 establecimientos de la Comunidad, menos de un centenar sean los que están asociados, dice mucho del interés del ferretero madrileño en los asuntos empresariales que le conciernen. Entre escaso y nulo. Qué contraste con el sólido sentimiento gremial de los ferreteros catalanes.

“No puedo dejar solo el mostrador”, “Se me hace muy cuesta arriba pagar las cuotas de afiliación, con lo que está cayendo”, “Aquí cada uno vamos a lo nuestro”, “Cómo vamos a colaborar si somos competencia”, “Ya me defiendo yo solo”… Una mezcla perniciosa de individualismo, desidia, desconocimiento, incultura y falta de visión, es la amalgama que conforma la barrera con la que tiene que luchar AGREFEMA.

El acuerdo de colaboración firmado en fechas recientes con C de Comunicación para difundir sus actividades y concienciar al colectivo de ferreteros de Madrid de la oportunidad que supone pertenecer a una asociación que defiende los intereses comunes, debería servir para, por lo menos, drenar las dosis de desconocimiento e incultura, ofrecer un panorama del escenario global en el que se hacen los negocios y repetir cuantas veces haga falta que la unión hace la fuerza, para acabar con el individualismo mal entendido y la desidia fatalista.

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leslie
leslie
04/08/2014 17:09

sin duda deberiamos de ponerle más atencion a esas pequeñas cosas, para que la atencion sea mejor.

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