Cuando el hombre primitivo aprendió a cultivar sus alimentos se hizo sedentario y empezó a desarrollar otras habilidades que fueron el germen de las primeras civilizaciones conocidas: Mesopotamia y Egipto, y más tarde Asiria y Persia.
Muchos siglos más tarde, en el siglo XXI, las sociedades más avanzadas están redescubriendo el placer por plantar sus propias semillas y cultivar y ver crecer diferentes variedades de plantas y flores en sus pequeños huertos urbanos, ubicados en patios o terrazas. Rápidamente, como un reguero de pólvora, se ha difundido entre muchas capas sociales el gusto por cultivar sus propios tomates, patatas, pimientos, calabacines, pepinos y otras hortalizas en pequeños espacios a pie de tierra o en áticos y azoteas. Otros, con menos sitio disponible, se conforman con plantar en tiestos y macetas plantas aromáticas: tomillo, romero, albahaca, hierbabuena… que utilizan después para darle un toque exótico a infusiones y gin tonics.
Estas nuevas prácticas tienen, según expertos sociólogos, un sesgo terapéutico ya que a quien las practica le dan un plus de paz y sosiego, además de un toque “in” de personas sensibles y preocupadas por la naturaleza y el medio ambiente. Sí, seguramente se trate de una moda pasajera, pero de una moda que está dando réditos a los que han sabido subirse al carro desde el primer momento.
A los ferreteros más abiertos de mente no tengo que explicarles nada, ya están vendiendo semillas, macetas, sustratos, guantes, pequeñas tijeras de poda, regaderas y todo un conjunto de fitosanitarios que aumenta el tráfico en la tienda y la rentabilidad general . A los que no lo sean tanto, les recomiendo que se informen lo antes posible de las ventajas que ofrece dedicarle un espacio a los huertos urbanos. Empresas como Compo, Bayer, Massó, Fitó, Flowers, Batlle, etc., disponen de surtidos y soluciones para el punto de venta que aseguran clientes satisfechos,
Iberflora, la feria de la flor y el jardín, que se celebra del 2 al 4 de octubre, en el recinto ferial de Valencia, ofrece también la oportunidad de ver en su conjunto las soluciones que existen en el mercado para dar respuesta a este mercado incipiente que –en mi opinión- supone una oportunidad para el canal de ferretería y bricolaje. Puede que se trate de una moda, pero plantar, regar, cultivar y recoger son actividades humanas que se remontan al principio de los tiempos.
Los huertos urbanos están cada día más de moda, por eso también la mayoría de proveedores se están poniendo las pilas con este sector, como ya he dicho no se si por moda o por hobbie, pero cada vez es más gente la que tiene su propio huerto urbano en casa. Yo soy uno de los que tiene uno y la verdad estoy muy contento, a parte de lo relajante que resulta.
Sin duda es una gran opción ya no solo por el propio entretenimiento que nos aporta si no porque sabemos que lo que comemos es natural, actualmente vivimos en un mundo en el que ya no sabemos ni de donde viene la fruta muchas veces. Como dice el compañero Borja está muy de moda que el típico Hipster se dedique a plantar en su propia terraza un huerto particular, pero con que objetivo? ahorrar? lo dudo ya que luego se comprará cualquier gadget de 300 euros para arriba. Saludos.
Una innovación en el canal tradicional adaptando la oferta a los clientes. Sin duda, es una tendencia a seguir de cerca. Y aporto además que para atraer a clientes jóvenes a la ferretería, puede ser un gran reclamo. Hoy en día, es muy “hipster” tener tu propio huerto y compartirlo en Instagram.
Ayer cuando leí en tu blog el escrito sobre semillas y huertos urbanos además de gustarme me pareció que era muy oportuno en el momento actual en que nos encontramos. Para los que han tenido la desgracia de quedarse sin trabajo, les sirve para distraer la mente y no darle vueltas a la cabeza por su mala suerte y para los que tenemos la suerte de no tener esas preocupaciones para ocupar parte de nuestro tiempo libre, y en ambos casos seguro que además de “engancharnos” acaba dándonos la satisfacción de de ver y probar algo que uno ha criado.
Yo hice una prueba hace algo más de mes y medio y puse en varias macetas, perejil, albahaca, fresas y guindillas (langostinos de Ibarra), y estoy impaciente de empezar a recoger mi cosecha. Desde aquí, animo a los ferreteros para que se animen a entrar ese mundillo de la venta de semillas y fitosanitarios y al público en general para que perciba la satisfacción y alegría que da, plantar, regar, tratar, y al final recoger el fruto de tu trabajo diario.