Es la noticia que algunos llevábamos esperando décadas, la fusión de Cifec y Cofac para crear una gran cooperativa de ferretería en Cataluña que aunase la fuerza del canal tradicional y permitiese enfrentarse con garantías a las iniciativas de los grandes grupos multinacionales del sector.
No era fácil. Me constan al menos media docena de acercamientos serios entre las dos entidades en los últimos años para avanzar en el camino de la fusión; sin embargo, no ha sido posible hasta ahora. Para ello se han tenido que dar una serie de circunstancias que sintetizaré en tres: Una, la crisis económica. Dos, la visión y la voluntad de avanzar por parte de los consejos rectores. Tres, la complementariedad y el buen entendimiento de los equipos gestores.
Todo empezó, hace un par de años, con C+C, el proyecto que implicaba a Cofac y Comafe en un proyecto de creación de la mayor cooperativa de ámbito nacional. Un eje Barcelona-Madrid que suponía un sólido cimiento para la creación de una potente organización de ventas de carácter nacional propicia para ser el germen de un proyecto todavía más ambicioso que, sin embargo, poco a poco fue perdiendo fuerza por diversos factores y singularmente por la contestación interna en la cooperativa madrileña del grupo asociado a la patrimonial que le tiene alquilado las instalaciones de Leganés.
Paralelamente y cada vez de forma más consolidada empezó a tomar cuerpo la opción de que Cifec y Cofac, las dos entidades cooperativas más fuertes de Cataluña, se integraran en una nueva organización cooperativa que sumase el patrimonio de ambas y la fuerza comercial de más de 350 socios y cerca de 500 puntos de venta.
Poco a poco, pasito a pasito, tras un análisis exhaustivo de todos los factores concurrentes y un trabajo que podríamos asimilar al “encaje de bolillos” por lo preciso y detallista y por los miles de horas dedicadas, lo que parecía ser un proyecto secundario, se ha ido convirtiendo en una realidad tangible que ha acabado, tras las votaciones de las dos asambleas de socios casi unánimes a favor de la fusión -el pasado 26 de marzo- alumbrando QF+ (Quality Ferretería Plus SCCL) que, en mi opinión, marca el camino a seguir por otras organizaciones cooperativas de ferretería.
Excelente, en todo caso, la noticia de la fusión, aunque he de reconocer que me hubiera gustado más que QF fueran las iniciales de “Querida Ferretería”.
Enhorabuena. Era un paso lógico. Pero esta fusión nos muestra lo difícil que es un operación de estas características. Si COFAC y CIFEC han visto serias dificultades durante tantos años para esta fusión, ¿cuántas más dificultades supondría una fusión con cooperativas de otras comunidades? especialmente si en la propia masa social de la cooperativa hay disensiones por temas menos complejos.
Desde luego que es un gran acuerdo, nosotros como socios de COFAC estamos convencidos de que el cambio será para que todos podamos mejorar en estos complicados tiempos que corren. Actualmente la solución para muchas empresas no es otra que la fusión, esperemos que todo vaya según lo previsto.
Al margen del enorme valor de la noticia por la imagen de solidez de un sector tan tradicional, me llama la atención un “pequeño detalle editorial”.
Cual es la razón por la que casi todo lo que hace,crea, opina, etc….Cofac es aplaudido y alabado por Uds, y el resto recibe más palos que parabienes? Más cuando en el sector es conocido que no es oro todo lo que reluce.
Sinceramente, pierde el verdadero valor de las noticias.