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La prescripción pierde peso en ferretería

Por Juan Manuel Fernández

En los tiempos convulsos por los que transitamos, pocas son las certezas que se mantienen inalterables en el sector de ferretería. Una de ellas, en mi opinión, es que la capacidad de prescribir los productos más adecuados a las necesidades y exigencias del consumidor/usuario, es la baza más potente con la que cuenta el detallista tradicional para competir con el resto de canales. Digo prescribir, no despachar, ni vender.

La prescripción parte de dos premisas: el conocimiento del producto y el conocimiento del consumidor. Cuando un médico prescribe un medicamento a un enfermo, debe conocer los principios activos y las propiedades curativas del mismo, pero también debe conocer el estado general del paciente, sus alergias, sus reacciones a los componentes que receta. Para ello, el médico debe haber adquirido unos conocimientos teóricos y una experiencia práctica, sin los cuales no sería capaz de ejercer su profesión.

En la ferretería clásica, el profesional que atendía en el mostrador o visitaba los talleres de los diferentes oficios, conocía los productos que vendía y conocía la idiosincrasia de cada cliente. Recuerdo como si fuera ayer lo que hace casi treinta años me contaba un ferretero madrileño sobre los dependientes de ferretería: “Se necesitan por lo menos dos años para que un aprendiz sea capaz de atender adecuadamente a un cliente y eso si tiene condiciones y se aplica con interés a la tarea de aprender. Piensa que cualquier ferretería trabajamos con 20.000 referencias ”.

El paso del tiempo y el tutelaje del encargado o propietario del negocio hicieron de aquellos aprendices magníficos profesionales capaces de prescribir los productos más adecuados a cada tipo de cliente. Algunos de ellos se independizaron, abrieron su propias ferreterías y siguieron poniendo sus conocimientos al servicio de consumidores y usuarios.

Hoy, muchos de aquellos prescriptores se han jubilado o se ocupan de otras labores diferentes a las del contacto con el cliente. Y no ha habido relevo. Se acabó la figura del aprendiz, desaparecieron las escuelas y los cursos de formación de ferreteros, los alumnos de FP encontraron otras salidas profesionales más atractivas que las ferreterías y los propietarios de las mismas no han encontrado el tiempo necesario para tutelar a sus empleados. Resultado, la capacidad de prescripción del dependiente se ha resentido y la ferretería clásica ha visto cómo su mayor ventaja competitiva se desvanecía.

Si los bazares chinos compiten por precio, las grandes y medianas superficies de bricolaje, por surtido y metros cuadrados y las organizaciones de venta directa por servicio, el espacio para la ferretería clásica se estrecha y solo tiene sentido si es capaz de recuperar lo que siempre ha sido su seña de identidad más potente, la prescripción.

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Ferretería y bricolaje
Ferretería y bricolaje
07/02/2013 12:44

Esta claro que la ferretería clásica de toda la vida cada vez lo tiene más difícil y más conforme va evolucionando la sociedad que nos vamos directos a las grandes superficies donde el precio es mucho más competitivo y se vive la pura esencia del consumismo. Aún así debemos seguir adelante y una ferretería de barrio siempre acaba sacando de apuros y ofreciendote un mejor servicio, mucho más personalizado.

FERRETERÍA DIRECTA
FERRETERÍA DIRECTA
30/01/2013 15:49

Es más, por añadir algo al comentario del compañero. Todo el mundo sabe donde se pueden comprar tornillos, pero lo que yo vengo observando, es que el público, y sobre todo el más joven, ha perdido el concepto de qué cosa sí y cual cosa no, se encuentra en una ferretería.
Todos los días entra gente preguntando si tememos aquel ojo de buey de su vieja lavadora, o aquel muelle para el bolígrafo por poner dos ejemplos reales.
También y para mostrar el desconocimiento de lo que sí se vende en la ferretería ayer mismo llegaron dos clientes, uno que desconocía que aquí se podía comprar un conector de antena de 1.5 mts. y otro que no pensaba que pudiéramos tener sierras de calar.
ESTE ES EL RETO QUE DEBEMOS PONERNOS, VOLVER A HACER SABER QUE LA FERRETERÍA ES MUY ÚTIL Y CONVENCER DE QUE INTERESA ENTRAR A COMPRAR.

Delfi Sirvent
Delfi Sirvent
28/01/2013 15:09

Totalmente de acuerdo.Creo que nuestro futuro pasa por ahi.Desgraciadamente las batallas del precio y del espacio de exposicion las tenemos perdidas,precisamente porque el precio que pagamos por la prescripcion no nos deja competir en igualdad contra “chinos” y grandes superficies.

A.M.
A.M.
28/01/2013 14:23

Estando de acuerdo con lo que comentas, también esto ha cambiado y creo que por las circustancias.
Hoy, como consecuencia de estar en la era de la información, el cliente sabe “mas que nosotros” y lo que necesita es el lugar donde encontrarlo.
Muchos de los productos avanzados se venden por internet, otros los vende directamente el fabricante y los que no pueden lo hacen a través de la Ferretería “siempre que no sean cantidades” y lo vemos básicamente por los tornillos.
Ninguno de los grandes “Hoffman, Unceta, Metalco,etc. llevan en su catalogo tornillos.
Tambien vendemos otras cosas, pero ¿vamos a quedar para los tornillos? Ya se que vendemos mas cosas pero: ll nivel y la paleta a los almacenes de construcción; el extractor y la llave vaso a los recambios de automóvil; el alicate y el buscapolos a los almacenes eléctricos, pero todos estos necesitan tornillos, ¡Ah claro el tornillo a la ferretería!

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