Inicio / Opinión / Juan Manuel Fernández / Adiós a La Fortuna

Adiós a La Fortuna

Hay lunes en los que me cuesta decidir qué tema abordar en el blog. Me he despertado con la idea del I Encuentro Solfer. Mientras me afeitaba, la idea de Eurobrico ha cobrado fuerza. Con el café he pensado en Cevik y Cofán. En el trayecto a pie hasta el despacho, los primeros signos otoñales han podido conmigo y cuando me he sentado en el ordenador me he dado cuenta de que hoy solo podría hablar de Ferretería La Fortuna.

Desde su fundación hace casi un cuarto de siglo, La Fortuna fue ejemplo de negocio familiar caracterizado por una vocación de servicio y por un trabajo sin horarios y sin límites. Liderados por José Luis, la familia López y los cada vez más empleados que se sumaban a la plantilla, se volcaban en satisfacer la demanda creciente de la clientela,  a cualquier hora, en cualquier lugar y a cualquier precio. Partiendo de la nada, su afán de progresar pudo con todos los obstáculos que encontraron en el camino -competencia feroz, dificultades para encontrar financiación, falta de formación empresarial… –

El carisma de José Luis, su bonhomía y su capacidad para empatizar con todo el mundo, sumado a un entorno favorable, convirtió La Fortuna en una mina de oro. En los mejores años llegaron a facturar 14 millones de euros. A ferretería del barrio de La Fortuna, siguieron Getafe y Casarrubios del Monte. Cien empleados, miles de clientes, inversiones millonarias y una activividad vertiginosa. La generosidad de José Luis, su ingenuidad, su buen corazón, su incapacidad natural para desconfiar de la gente fueron aprovechados, sin embargo, para que colaboradores sin escrúpulos le hicieran la cama y clientes en dificultades le pusieran el último en la lista de acreedores. Eso y la crisis económica que empezó a fraguarse en 2008 empezaron a minar un proyecto sostenido por una gran capacidad de vender, pero sin un soporte empresarial sólido.

El no querer tomar en su momento las decisiones drásticas necesarias para ajustar la dimensión de la empresa a los tiempos que se avecinaban, los impagados y la carga financiera de las instalaciones de Casarrubios han sido las causas últimas del cierre. Un cierre triste para el que no tengo palabras. Lamento mucho la situación en la que no hay consuelo para nadie, ni para los trabajadores que se quedan en la calle, ni para los proveedores que no cobren, ni para la fiel clientela, ni, por supuesto, para José Luis y su familia, a los que envío un fuerte abrazo y deseo lo mejor.

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
3 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Enrique Torres
Enrique Torres
25/09/2012 10:14

Desde este blog quiero sumarme a la tristeza por el cierre de la empresa de José Luis y familia. Trabajar con él fue todo un placer y verle tratar a sus empleados era de admiración. Antes que La Fortuna cerrara yo siempre ponía como ejemplo de “buena gente” dentro de los negocios a José Luis, por ello me resulta más doloroso que le pase algo así a alguien tan luchador, humilde, trabajador y buena persona. Por todo esto quiero darle ánimos a él y a toda la familia “La Fortuna” y esperanza que haciendo las cosas con esa integridad se puede llegar otra vez a donde estaban. Un Fuerte Abrazo.

Cristobal Villalba
Cristobal Villalba
24/09/2012 14:35

Hola a todos los que me leean. Escribo estas lineas para decir simplemente desde mi humilde posicion de ferretero de barrio que es una pena que cierre cualquier empresa y mas que se quede gante en el paro por culpa de esta “puñetera” crisis que dura ya mas de la cuenta y mi refexion es que hasta cuando y cuanto vamos a aguantar. Animo un abrazo fuerte.

Alejandro Martinez
Alejandro Martinez
24/09/2012 11:58

Desde la tristeza que me produce el cierre de la Fortuna, tambien quiero mandar un abrazo a Jose Luis y su familia.
Fueron muchos años luchando por la “utopia” (mas de 10) y no quiero de esta situacion cargarme de razon pero como decia en una de mis frases: “Fusion” para poder afrontar de otra forma todos los riesgos, unidos nos mantendremos; divididos quien sabe …..igual nos caemos.
Animo Jose
Alejandro Martinez

Scroll al inicio