El ministro Montoro lo dijo muy claro cuando anunció la subida del IVA: tenemos que subirlo porque recaudamos menos de lo que deberíamos ya que hay gente que lo debería pagar y no lo paga. En mis palabras, la cosa quedaría así: sabemos que hay defraudadores que no pagan IVA, pero como no tenemos intención de ir a por ellos, lo que hacemos es subírselo a los que sí pagan. No sé a ustedes, pero a mí se me quedó una cara de tonto mezclada con mala leche más que regular.
Llevo muchos años en la calle escuchando quejas de proveedores y ferreteros honestos -que pagan sus impuestos religiosamente- en torno al fraude del IVA y a la desigualdad de condiciones con la que afrontan el mercado los que pagan IVA y los que no. Una desigualdad que hasta la anunciada subida era del 18%. En determinadas áreas de actividad como construcción, reformas, instalación o agricultura, el fraude del IVA es tan habitual que hasta el ministro Montoro debería hacer algo para terminar con él o al menos reducirlo.
Según cálculos de reconocidos profesionales de la ferretería, el fraude del IVA puede afectar según zonas geográficas y áreas de actividad a entre el 20 y el 35% de las ventas. Y en lo que hay consenso es en que desde que las vacas devinieron flacas, el fraude ha aumentado en torno a los 10 puntos porcentuales.
En este escenario, la subida en 3 puntos del impuesto, a no ser que venga acompañada de una masiva campaña de inspección -que por lo dicho por el ministro, parece que no-, va a suponer en el sector de ferretería un aumento del fraude y un deterioro todavía mayor del mercado por cuanto la desventeja entre quienes paguen o no el impuesto va a pasar del 18 al 21%. Súmese a esto el impacto negativo de la subida sobre el consumidor y tenemos una muy mala noticia. Así de claro.
Desde luego que tienes toda la razón tanto para el sector de la ferretería como para el resto de profesiones, la subida del IVA va a perjudicar pero bien a la gran mayoría de negocios por el boom psicológico que supone por la situación en la que estamos.
Ejemplo a menor escala que me sucedió en persona en la cola del cine: Hicieron una promoción en esos cines de manera que si ibas a ver una película, te daban un vale para que la siguiente te costara un 50% menos. Pues bien, la promoción hizo que yo fuera al cine mucho más de lo habitual, pero como todo lo bueno, esa promoción acabó mas pronto que tarde y al preguntar a la amable señorita de la ventanilla el porqué del fin de la promoción, ella, con una sinceridad demoledora, me arrojó estas palabras: – “Total, la gente que sigue viniendo al cine es la misma con la promoción que sin ella, así que por lo menos los que vienen que paguen el 100%”. Pues bien, desde entonces ya no volví. La cara de bobo que se me quedó fue la misma que tengo desde que Mariano Manostijeras nos recorta de allí y de allá. Ahora tengo que vacunar a mis nenas y me entero de la supresión de la subvención de la vacuna del neumococo que me va a suponer unos 300 por cada una de ellas. Enhorabuena don Mariano. Primero nos rompes el bolsillo y ahora salud… Leer más
Totalmente de acuerdo. INACEPTABLE argumento con el que castigar a los que cumplen porque algunos no cumplen!! Así no se pasa de una dinámica negativa a una de positiva.
Solo un detalle: del 18% al 21% no son 3 puntos, es un 16,7% más de impuesto!
saludos,