Sabemos que el fútbol es solo un juego y que haber ganado la Eurocopa de una forma brillante no va a acabar con los problemas de este país ni de este sector. Sabemos que la realidad es tozuda y que hoy lunes y mañana martes, y el miércoles… el escenario en el que realizamos nuestros negocios seguirá siendo difícil y complejo; pero, gracias al ejemplo de la selección, podemos mejorar nuestra posición en el mercado haciendo de la necesidad virtud y del juego en equipo, la clave para conseguir los mejores resultados. Pero vayamos por partes.
Algunos amigos me tachan de pesado -y tienen razón- cuando repito cada vez que tengo oportunidad que lo importante hoy no es ser el más fuerte, el más rápido o el más alto, sino ser el que mejor se adapta a sus circunstancias y a las de su entorno. En este sentido, la selección española de fútbol da un ejemplo claro: somos bajitos, pues jugamos a ras de césped; somos técnicos, pues jugamos en corto y al pie; somos más ligeros, pues en vez de jugar al choque jugamos al tiqui-taca, defendemos con el balón en los pies, no metiéndonos todos en el área y dando patadones al otro lado del campo.
Los otros dos mantras que repito y repito en este blog son: que hay que ser diferentes y que hay que aprovechar las oportunidades que tarde o temprano se presentan. Ahí la selección vuelve a dar en el clavo: Es tan diferente que ha inventado una forma distinta de jugar al fútbol. Antes, nos empeñábamos en jugar como Alemania, Francia, Argentina o Brasil; ahora, todo el mundo trata de imitarnos a nosotros. Somos tan diferentes que metemos más goles que nadie sin jugar con un delantero centro tradicional. Y lo mejor de todo es que somos coherentes con nuestra filosofía de juego, sea quien sea el rival o sean las que sean las condiciones meteorológicas o del terreno de juego.
Respecto a aprovechar las oportunidades, la selección lo hace como nadie. Nuestros rivales nos plantean partidos feos, acumulando hombres y más hombres detrás del balón, atrincherándose con descaro en su propia área. La selección no se desespera, toca, toca y toca hasta que alguien se descoloca y aparece el hueco. Por allí entra uno de los “maravillosos enanitos” y la lía.
En mi opinión, los empresarios del sector de ferretería y bricolaje -todos los empresarios de este país- deberían fijarse en los valores que transmite esta sensacional selección y aprender de su ejemplo: trabajo, humildad, tenacidad, adaptación al entorno, aprovechamiento de sus puntos fuertes, coherencia con su filosofía, diferenciación y, fruto de todo ello, excelencia.






Hola Juanma,
Enhorabuena por el blog de hoy. Muy apropiado!!!!
Os imagináis que nuestros políticos fueran como ellos? Acabaríamos prestando dinero a Alemania…
Bueno, fuera de bromas, cada uno seguro que nos lo podemos aplicar y aprender un poco con todo esto.
Un abrazo a todos,
Alejandro