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Pequeñas ferreterías con fecha de caducidad

Este lunes nublado y tristón de mediados de otoño me ha dado un ataque de melancolía. Desde la ventana del despacho puedo ver las hojas amarillentas y rojizas de árboles y arbustos que cumplen su ciclo vital terminando por caer y alfombrar la calle con un suelo tupido y crujiente. El día me ha hecho recordar las miles de pequeñas ferreterías diseminadas por pueblos y ciudades, con fecha de caducidad.

Me refiero a negocios regentados por personas con 50, 60 o más años que trabajan solos detrás de un mostrador y que no tienen familiares próximos dispuestos a heredarlos. O que emplean a 1 o 2 personas, buenos dependientes, pero a los que es impensable traspasar la ferretería.

También a ferreterías algo más grandes pero lastradas por cuatro años de vacas flacas y por estructuras demasiado pesadas para facturaciones tan magras. Pensadas para años de crecimiento pero impensables para épocas donde el empresario tiene que ejercer de algo más que de buen vendedor.

Las más pequeñas y las que lo son algo menos han permitido durante años sacar adelante una, dos o tres familias gracias al empuje del fundador y a la profesionalidad de los empleados. Las centrales o grupos de compra y las cooperativas han sido un buen paraguas. Les han permitido vender de todo sin tener casi de nada, les han permitido competir con organizaciones mucho más grandes y poderosas. No pueden, en cambio, luchar contra el ciclo vital del ser humano. Los años pasan y contra eso no hay paraguas que valga.

Los más optimistas pueden alegar que siempre hubo negocios de esas características y que cuando cerraba una pequeña ferretería abrían una o dos en su zona de influencia. Ha sido verdad durante décadas. Hoy ya no lo es. Y es improbable que mañana o pasado pueda volver a producirse  una renovación de ese tipo de negocios.

Que sea lunes, esté nublado y estemos en otoño puede haber condicionado mi reflexión, así que si alguien piensa lo contrario, por favor, que lo diga. Gracias.

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Conchi
Conchi
24/06/2016 16:51

He heredado de mi padre una ferreteria , llevo trabajando en ella desde los 19 años…tengo 48 y ahora por enfermedad tendré q traspasarla , lleva abierta desde 1956, y hemos vivido bien pero sin grandes caprichos, si me jubilan me dan 500€ al mes…me obligan a traspasar….me ofrecen 150.000 y 300€/mes….es un pueblo pequeño, pero tengo muchos clientes y empresas q compran , el verano es la mejor época …alguien puede decirme si lo q ofrecen está bien …la ferreteria está a tope de mercancía , por q apesar de estar de baja , tengo una empleada …y si no me dan el alta yo no puedo poner un pie en la ferreteria y un negocio sin un jefe q este presente, no funciona bien

Alejandro Suárez Crespo
Alejandro Suárez Crespo
30/11/2011 19:07

Como bien dice Alfonso, poner un negocio de ferreteria no es lo mismo que iniciar otro tipo de negocio, con todos mis respetos para estos. La ferreteria requiere de una inversión inicial muy fuerte para tener un mínimo de stock y alguna posibilidad de éxito.
Dicho esto, creo que nuestro gremio tiene una capacidad de adaptación enorme, con enormes posibilidades de supervivencia (mucho mas que otros).
Debemos ser positivos y adaptar nuestros negocios a los nuevos tiempos… y por qué no montar una ferretería?

Alfonso, El Puente
Alfonso, El Puente
15/11/2011 17:29

Por alusiones, y en respuesta a Romero. NO, no creo que el fracaso te aguarde irremediablemente. Lo que creo es que es un tipo de negocio muy complejo, en el que tener un surtido de productos básico para evitar decir “esto no lo trabajo”, ser capaz de entender lo que te pide un cliente para evitar que se marche con las manos vacías, reunir una plantilla capacitada … es todo un desafío.

Briconatur
Briconatur
15/11/2011 11:59

Me resisto, a pesar de mi juventud, a pensar y ver la perspectiva tan plúmbea. Tal vez algunas de esas ferreterías puedan ser gestionadas por esos buenos dependientes, asesores de proximidad, que vean en el traspaso no sólo una posibilidad profesional, sino la oportunidad de mantener y hacer de la ferretería una realidad necesaria.
No menos cierto es que necesitan adaptarse y empezar a vincularse con ese mundo irreal, tal vez sea el más real, llamado internet y redes sociales.

JUAN ANTONIO
JUAN ANTONIO
14/11/2011 22:50

Hola, nosotros somos unas de esas que queremos abrir.
Pero la burocracia del Ayuntamiento, nos frena.
Como es posible que pagando un permiso de obras, después de un mes no hay noticias de el. Y asi llevamos desde abril.
Pero bueno si no abrimos el mes que viene lo haremos en abril, 1 año después.
Gracias por el blog, un saludo

romero
romero
14/11/2011 22:13

El contenido del artículo y de los comentarios, en especial el de Alfonso-El Puente que comenta que la ferreteria es “un negocio poco atractivo para cualquier emprendedor”, además de la situación socio-político-economica general (nacional e internacional), no invitan a plantearse abrir un negocio de ferretería (pequeña ferretería). Entonces, ¿por qué yo sí me lo estoy planteando? ¿es una aventura condenada al fracaso que me sumirá en la ruina económica e incluso emocional? ¿desisto de intento? ¿qué os parece?

Alfonso, El Puente
Alfonso, El Puente
14/11/2011 16:43

.Yo diría que más que melancolía lo que padece usted este lunes gris es un ataque de pesimismo agudo.Si que es cierto que el nuestro es un tipo de negocio que puede resultar poco atractivo para cualquier emprendedor, pero me parece que en esta epoca turbulenta en la que estamos inmersos tal vez sea de los pocos que pueden tener una viabilidad mas o menos segura, aunque eso si a base de redimensionar estructuras adaptadas a una demanda que fue mucho mayor y, como no, a base de adquirir más y más experiencia basada en el día a día tras un mostrador o tras una estantería preparando pedidos

Ferretería Machí
Ferretería Machí
14/11/2011 10:38

Estoy de acuerdo en que hay muchas ferreterías con fecha de caducidad, pero sí creo que aún se produce la renovación de dichas ferreterías por otras más jóvenes y competentes. Además, añadiría que el comercio online está en pleno auge, subiendo y muy especialmente en el sector de la ferretería que aún está en pañales. Esto posibilita que una pequeña ferretería de pueblo, pueda vender a cualquier punto de España en condiciones muy similares a una gran marca y además, con una mejor atención al cliente. Yo aún creo en el futuro de aquellas empresas que deciden renovarse, superarse e innovar.

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