Con fecha 18 de febrero, el prestigioso diario ABC publica una artículo muy interesante en la sección de economía de su web con el siguiente título: “El «ecommerce», un canal que no conquista ni a empresas ni a clientes”. Dado la rotundidad del titular, lo leí con mucho interés. Los autores realizan una exposición muy sensata y coherente matizando el titular y enfocándose en el gran consumo, destacando el hecho de que, según Nielsen las ventas online de gran consumo en España son aún cinco veces inferior a Francia y Reino Unido, ya que mientras que en nuestro país el eCommerce solo consigue el 1,2 por 100 de las ventas totales del gran consumo, en Francia y Reino Unido alcanza, respectivamente, el 6,1 por 100 y el 6,3 por 100.
Es cierto que España se encuentra por detrás de estos países, pero también por delante, por ejemplo, de Alemania cuyas ventas online en gran consumo solo llegan al 0,9 por 100 según el informe de Nielsen.
También es cierto que la excelente capilaridad del gran consumo en España, hace que, en muchas ocasiones, el comprador tenga un establecimiento próximo a casa donde realizar la compra presencial de forma rápida y confortable.
Las claves del desafío
Sin embargo, en mi opinión, una de las claves que pueden explicar este diferencial notable es que la apuesta por el eCommerce del retail en España es posterior pero imparable. Todos los grandes actores están apostando fuerte. Amazon, con su entrada en el sector, obligó a la gran distribución a cambiar su estrategia. Es cierto que todos los grandes grupos de distribución tenían páginas web donde el cliente podía realizar la compra online pero también es cierto que, en muchos casos, se estaba “porque había que estar”, sin una estrategia clara, con páginas web que producían una experiencia de usuario pobre. La entrada de Amazon en el sector, como antes mencioné, supuso un auténtico revulsivo que rompió el statu quo existente y les obligó a tomárselo en serio pisar el acelerador.
Ya en mayo del pasado año y perdonen la autocita, publicaba un artículo en este mismo blog con el título Alimentación online: batalla para el eCommerce en el que analizaba el sector y enumeraba los retos que, a mi juicio debía afrontar el sector. Retos que siguen estando plenamente vigentes a día de hoy.
Creo firmemente que el comercio electrónico tiene en la alimentación un gran desafío. Los hábitos de vida de las nuevas generaciones, la comodidad de hacer la compra a través del ordenador o del móvil al que estamos permanentemente conectados y que los millennials consideran su herramienta de comunicación preferida, el esfuerzo de las empresas por mejorar la usabilidad de sus webs de comercio electrónico, la innovación en la gestión de la última milla con nuevos modelos y alternativas de entrega y, sobre todo, el desafío de la calidad en frescos serán la clave de la evolución de este sector en los próximos años.
Veamos, por tanto, la botella medio llena. El sector ha empezado tarde a tomarse en serio la venta online y las cifras son, todavía, modestas, pero ha despertado y está dedicando ingentes cantidades de recursos a mejorar la experiencia de compra en todos sus aspectos: usabilidad de las páginas web, rapidez y flexibilidad en las entregas y, por supuesto, calidad en frescos.
Termino como terminaba hace casi un año: “Solo una excelente experiencia de compra, un producto excelente y unos plazos muy ajustados con diferentes opciones de entrega ayudaran a este sector a explotar como ya lo han hecho otros en la economía digital.”
Saludos…
Mil gracias tu información me es de gran utilidad para la realización de mi blog. Tomare en cuenta tus orientaciones, lo voy a combinar con lo que estoy haciendo //bit.ly/2Onsvq5 para mejorar mis resultados..
Espero tu respuesta gracias.
Interesante y acertado artículo, mi empresa se dedica a la transformación digital al sector de la distribución, aportando valor con nuestro ERP y las nuevas tecnologías y nuestros clientes están invirtiendo en la digitalizacion, pero a la vez e igualmente siguen apostando por el comercio de cercanías ya que a la gente la experiencia de compras aun es importante el poder ver, sentir, oler y escoger sus productos y eso aun las nuevas tecnologías no lo pueden ofrecer y aunque los millennials viven por la tecnología, también les gusta experimentar la sensación de comprar en persona…todo se andará…es mi humilde opinión.