Adiós a 2020. No pudimos echarlo, que era lo que queríamos ya incluso en marzo, pero al menos se va él solito a su debido tiempo. Nos ha hecho padecer tanto que desde el próximo uno de enero tendremos una nueva expresión: “hay años que no se olvidan… y luego está 2020“.
Pero en fin, ya se acaba, y con ese espíritu de decir ‘adiós a 2020’ he recopilado dos modos cárnicos de hacerlo. Son muy diferentes, para que elijas el que mejor va contigo o, incluso, apliques los dos.
‘Adiós a 2020’ con el estómago
Parauta, un pueblo de 250 habitantes ubicado en la malagueña Serranía de Ronda, ha decidido no poner este año las luces de Navidad. En opinión de su alcaldesa, Katrin Ortega, los miles de muertos por COVID son motivo suficiente para no iluminar los últimos días de este nefasto año.
Eso sí, nada de tristezas. Ortega decidió que era mejor hacer algo para alegrar a la gente tras tantos sinsabores. Por eso ha destinado los 8.000 euros que iban a costar las luces a regalar a cada unidad familiar del pueblo un lote de alimentos. Y no un lote cualquiera. Hablamos de jamón, salchichón y chorizo ibérico, queso y vino de Ronda.
La idea era igualar en un momento tan señalado del año a todos los habitantes de Parauta, ya que, como reconoce Ortega, no todos iban a poder darse la alegría de degustar esos productos gourmet por Navidad.
Y desde luego, si el objetivo era alegrar a su gente, hay que felicitarla por el camino elegido. ¿Acaso alguien se pone triste comiendo jamón ibérico?
Es más, teniendo en cuenta que esta iniciativa…
- ha puesto a Parauta en el centro de atención…
- …decenas de medios de comunicación han publicado la noticia y la han seguido en directo en el pueblo…
- …los lotes se compraron a empresas de la zona…
- …y en el Ayuntamiento incluso comentan que hay quien les ha manifestado el deseo de censarse en el pueblo tras esta iniciativa…
… por todo ello, y sin ninguna duda, el MAPA debería plantearse las cestas de productos ibéricos como el incentivo adecuado para acabar con el problema de la ‘España vaciada’.
Justo lo contrario de lo que pasaba en las películas de los años 50 y 60. En lugar de darte un jamón, un chorizo y un queso al irte del pueblo a la ciudad, te lo dan cuando vienes de allí.
Al fin y al cabo, como se ha visto en el caso de Parauta, la campaña de marketing te la hacen gratis los medios. Y de paso mejoras la economía de las empresas de la zona comprándoles sus productos.
En todo caso, voy a lanzar una invitación y una reflexión sobre este tema…
Invitación:
Insto a todos los alcaldes (principalmente al mío y a los de las localidades donde viven mis padres y hermanos) a hacer lo mismo“
Reflexión:
Menos luces y más lonchas de gorrino bellotero.
Eso es lo que necesita el mundo“
‘Adiós a 2020’ con el corazón
ElPozo ha conseguido plasmar con una imagen cárnica el modo en que nos pide el corazón (y también las tripas, el cerebro, el hígado, los riñones y hasta el apéndice al que lo tenga) decir ‘adiós a 2020’.
Dos fachadas de un edificio de una de las calles más céntricas de Madrid se han cubierto con una enorme lona con una imagen y un mensaje que, sin duda, a todos nos hace pensar… sí, eso es lo que se merece este año.
‘F**KING YEAR 2020′. De todo corazón, añadiría yo. El gesto (con el citado dedo) no lo añado porque las salchichas ya lo hacen por mí.
La masiva respuesta en Redes Sociales y por whatsapp (en mi caso, el día que se instaló se me fue la tarde con el corta-pega “que sí, que lo he visto”) muestra el gran acierto de la marca a la hora de conectar con lo que siente la gente respecto a este pandémico ejercicio que, por fin, está llegando a su fin.
Ahí va mi invitación y mi reflexión sobre esta acción…
Invitación:
Señores de ElPozo, ¿pueden hacer una versión con morcillas o chorizos bien gordos para que 2020 entienda y ‘sienta’ mejor el mensaje?
No sé si me entienden…”
Reflexión:
El buenismo está bien, pero cuando la ocasión lo merece (y sin duda es el caso), mandar a la mierda, aunque sea a un año, te deja como nuevo”
Felicitación
Así pues, felicito a Katrin Ortega y a ElPozo por aportar sonrisas a la gente incluso en las peores circunstancias, y por unir la carne a momentos de alegría y de alivio de tensión.
Con esto cierro el año sin desearos nada para el que viene. Que hace 12 meses lo hice y el resultado no me ha convencido…
Hola JUAN CARLOS; me gustan bastante tus comentarios incisivos, generalmente; sobre diferentes aspectos de la industria cárnica y sus problemas que, a pesar del “buenismo” y de la interpretación positiva de algunos yo no comparto. Espero que este 2020 haya sido el peor de los próximos que, sin duda; no dejarán de darnos nuevos problemas. Comparto la imagen de EL POZO y os deseo una FELIZ NAVIDAD