
Debéis decirlo alto y claro. Todos los profesionales del sector cárnico os debéis sentir orgullosos de la labor que estáis realizando estos días. Un sector tantas veces denostado y atacado está dándolo todo en organización, gestión, esfuerzo físico y, sobre todo, riesgo personal para superar las dificultades que impone el estado de alarma. Porque cada mañana ganaderos, empleados de mataderos, transportistas, carniceros, charcuteros, directivos y personal administrativo del sector cárnico eluden la protección del confinamiento para acudir a trabajar y seguir abasteciendo a la población.
Todas las empresas con las que he contactado hablan de responsabilidad social en estos duros momentos. Algunos también cuentan, pero sólo si se les pregunta, las muchas dificultades logísticas que tienen para realizar su trabajo. No en vano han aumentado las necesarias normas de seguridad en la separación del personal, transporte o la limpieza e higiene constantes de todas las personas. Pero nadie se queja (pese a que, y esto lo añado yo, evidentemente influye en los costes).
Y qué decir de la solidaridad… Un ejemplo. Cuando el coronavirus apenas apuntaba lo que iba a ser, con los primeros casos diagnosticados en un hotel de Canarias, Ricardo Palacios, director gerente de la cárnica Vara del Rey se desplazó hasta allí para llevar 1.000 mascarillas y 200 guantes para la policía.
Ya entonces una empresa cárnica fue la primera en realizar una donación de material para proteger a los profesionales de la sanidad y a las fuerzas del orden.
Gestos solidarios del sector cárnico
Un camino que otros muchos han seguido, como:
- Metalquimia
- Costa Brava Mediterranean Foods – Grup Cañigueral
- Embutidos Goikoa
- Grupo Costa
- Vall Companys
- Nico Jamones
- Grupo Tello
- Embutidos España
- Cleanity
- IGP Ternera Asturiana
- Cárnicas Frivall
- DOP Dehesa de Extremadura
- Señorío de Montanera
Una lista que podría continuar durante varias líneas ya que cada vez son más las empresas que, de manera más pública o discreta, están aportando lo que pueden en esta lucha.

Todo esto acabará algún día, aunque difícilmente lo olvidaremos. Más aún quienes han perdido a algún ser querido y ni siquiera han tenido la oportunidad de acompañarle en el momento del adiós.
Pero lo que tampoco debemos olvidar es el orgullo de pertenencia a un sector que estuvo ahí aún antes de que se reclamase la ayuda de todos y que, cuando eso se produjo, también está sabiendo responder a la sociedad muy por encima de lo exigido.
La industria cárnica es un servicio esencial, como ha reconocido el Gobierno a toda la industria alimentaria. Siempre lo ha sido y cuando toca demostrarlo lo demuestra con acciones.
Sobradamente.
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