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Placenta, dieta vegetariana y otros placeres antropófagos

Perplejo me quedé hace unos días cuando en una conversación de amigos alguien comentó que las hermanas Kardashian habían comido su placenta después de dar a luz. Y no es que mi desconcierto se debiera al hecho en sí de deglutir esa parte de tu organismo, que eso lo superé hace años cuando supe de la existencia de la placentofagia. No, mi confusión llegaba por otro comentario escuchado hace algún tiempo: “Las hermanas Kardashian no comen carne”.

Placenta 1.
Placenta recién extraída.

Realmente, no entiendo nada: ¿Acaso la placenta tiene una estructura fibrilar similar a una coliflor o unas espinacas? ¿Quizá su textura recuerda al Tofu?

Lo dicho, perplejo.

Placenta sí, carne no

Vaya por delante que no me opongo en absoluto al hecho de comer placenta. Yo no creo que fuese capaz de hacerlo, pero cuando me explicaron por qué se hace me pareció una opción muy defendible.

Lo que sí me resulta curioso es que haya quien elimina la carne de su dieta enumerando entre sus razones que considera que la comida vegetariana es más saludable (posición también perfectamente respetable); para luego comerse una placenta argumentando, entre otras cosas, que tiene un alto contenido en nutrientes.

Lo dicho, que me siento perplejo. La misma persona que dice que la carne es mala y te puede provocar casi de todo luego afirma que la placenta es muy nutritiva y tiene incluso propiedades beneficiosas en el apartado psicológico.

Más curioso aún es que haya quien cambie su estilo de alimentación entre otras cosas porque determinado famoso o supuesto experto sin titulación exprese su opinión.

Placenta 3.
Muchos animales comen placenta, suya o de otras especies.

Y eso me llevó a hacerme tres preguntas:

  1. Los prescriptores en los que confiamos a la hora de decidir nuestra alimentación… ¿saben de verdad sobre ese tema?
  2. Si tal o cual famoso / influencer / gurú hace una dieta y nosotros la seguimos y la defendemos… ¿no estamos reconociendo implícitamente que asumimos que esa persona ‘sabe de ese tema’?
  3. Y si seguimos a alguien porque ‘sabe de eso’ (en este caso sobre dietas)… ¿siendo coherentes no deberíamos hacer en términos alimenticios todo lo que dicen y no quedarnos sólo con la parte que nos interesa?

Me explico. Si alguien dice…

Me he hecho vegetariano/a porque gente Kim Kardashian lo es y mira el físico que tiene”

¿En lógica coherencia no debería comer también placenta porque Kim Kardashian dice que tiene muchos beneficios nutritivos?

Y por cierto, en la frase de arriba se puede sustituir a Kim Kardashian por Tom Cruise, Alicia Silverstone, Jennifer López o Katherine Heigl, todos ellos vegetarianos o veganos (que mucha gente toma como ejemplo para elegir un estilo de alimentación) y que también han declarado que han comido placenta, o que iban a hacerlo.

Entiendo que todos los que les ponen como ejemplo por su alimentación también ingieren placenta, ya que si no resultaría un poco incoherente

Placenta 2.
Placenta en cápsulas. Sí, aunque parezca mentira, hay empresas que se dedican a convertir en polvo la placenta para devolverla en forma de píldoras a su dueña y de este modo la pueda ingerir en cómodas porciones.

Prescriptores

El mundo de los prescriptores y los ídolos personales es muy proceloso. Cada uno sigue a quien quiere y por los motivos que quiere… y cuando no le interesan, prefiere mirar para otro lado.

Que Kim Kardashian es vegetariana. Como verdura. Que se come la placenta, verdes las han segado.

Por todo ello, mi perplejidad ante lo que come y lo que no come la gente, así como por los argumentos que se utilizan para una u otra postura, sigue creciendo exponencialmente… y lo que me queda por ver.

No debemos olvidar que nuestra raza es antropófaga por naturaleza. Que hay quien encuentra (sumo) placer en comerse partes del cuerpo como padrastros, uñas, pelos o mocos.

Y dado que en la sociedad actual ‘el mejor aval científico’ es un vídeo de un famoso en YouTube, cuando a alguno le dé por grabarse diciendo que tiene la piel de porcelana o el culo como un yunque porque come sándwiches de mocos, infusiones de pelos, ralladura de uñas o píldoras de padrastros, tendrá de inmediato cientos de seguidores.

Y ya si dice que no come carne serán miles.

¿Acaso existe hoy un mejor argumento para que te crean cuando dices que sabes de nutrición que decir que no comes carne?

Si es que la conexión es evidente: Carne no, placenta sí. Se enseña en primero de Nutrición en YouTube University.

En fin, yo, que de nutrición no sé mucho, pero de gestión un poquito, ante estos casos me refugio en Peter Drucker y para no volverme loco recuerdo esta irónica cita suya:

Las personas tienen una perversa tendencia a comportarse como seres humanos”

Por eso, amigo del sector cárnico, este observador perplejo te aconseja que recuerdes siempre que quienes optan por no comer carne también forman parte de los seres humanos, esa raza animal a la que tú también perteneces y que cuenta con individuos que encuentran placer en comerse sus uñas, sus mocos, sus pelos, sus padrastros… y hasta su placenta.

Ese es nuestro nivel. No pierdas el tiempo discutiendo.

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