Vivimos en una especie de tobogán por donde nos deslizamos demasiado rápidamente en el mundo de la empresa en estos momentos. Eso dificulta que sepamos diferenciar si lo que hacemos es lo que más valor produce para nuestra organización o si invertimos el tiempo en tareas aparentemente urgentes, pero que no son importantes.
Ante los veloces y continuos cambios del entorno, una de las reacciones más comunes es dejarse llevar y no tomar la iniciativa, quedarse bloqueado y no actuar. Y eso nos va dejando fuera del mercado, porque cada vez se nos ve y se nos nota menos.