La innovación es la vacuna de los negocios

La innovación es la única salida que garantiza que nuestros negocios puedan seguir vivos y compitiendo en el mercado a medio y largo plazo.

Pero la innovación no es algo que se pueda acometer directamente. Primero hay que recorrer un camino y solo después llegaremos a ella con éxito asegurado.

El primer paso consiste en tener un mínimo de talento en nuestro equipo de profesionales que permita el aprendizaje colectivo y así evitar quedarnos obsoletos. Tras esa capacidad mínima de talento y ese aprendizaje permanente que nos mantenga al día, seremos capaces de adquirir conocimiento. Y solo entonces podremos considerarnos una organización inteligente y, por lo tanto, eficiente.

Llegados a este punto y añadiéndole cierta dosis de curiosidad y del análisis detallado de nuestro sector, aparecerá la creatividad y con ella las nuevas ideas.

Crear una atmósfera innovadora

Esa creatividad se podrá convertir en innovación cuando pongamos las ideas elegidas en marcha, o sea, cuando entremos en la fase de aplicar y ejecutar algo nuevo.

Una vez hayamos generado esa atmósfera creativa en nuestra empresa y seamos conscientes de que podemos innovar (con cierto margen de error, por supuesto), estaremos en otra situación, que nos aportará ventajas competitivas significativas.

Es cierto que no se puede pretender que todas las nuevas ideas de todos se apliquen y sean un éxito. Pero se trata de que toda la plantilla se involucre en generar nuevas ideas, que luego seleccionaremos y acabaremos aplicando las más potentes que nos ayuden, o bien a solucionar problemas y, por lo tanto, mejorar nuestra calidad, o bien a crecer y aumentar nuestra facturación por mejoras evidentes para nuestros clientes.

Si sabemos recorrer ese camino de aprovechar el talento de nuestra gente, darles los medios para un aprendizaje continuo que genere nuevo conocimiento siempre colectivo y les inspiramos a que sean creativos, llegaremos a la innovación.

Pero no existe la innovación en singular en nuestras organizaciones, sino las innovaciones. En función de dónde las podamos aplicar, existen diferentes formas de innovar. Debemos buscar las más rentables y que, o bien nos diferencien de nuestros competidores, o nos supongan un crecimiento sano.

La innovación es la vacuna de las empresas

La innovación puede ser:

  1. En productos, por ser los primeros en ofrecerlos o los únicos.
  2. En servicios diferenciados que generan valor a nuestros clientes, que no le dan los demás competidores del mercado.
  3. En mejoras internas organizativas que nos hagan más productivos y, por lo tanto, más competitivos por mejores costes que los demás actores del mercado.
  4. En nuestro marketing y, por lo tanto, en la forma de comunicar nuestra propuesta de valor para los clientes con la que crear una imagen de marca irresistible.
  5. Radical, que supone un cambio total en nuestro modelo de negocio. Esto ya son palabras mayores y solo surge en ocasiones muy puntuales. Pero nos puede brindar un salto evolutivo muy importante y una rentabilidad que ninguna otra forma de innovación puede proporcionarnos.

Hay que tener en cuenta que, la innovación, cuanto más disruptiva y arriesgada sea, suele ser también mucho más rentable y nos ofrece ventajas más duraderas.

Es necesario seguir aprendiendo siempre

Por lo tanto, la innovación es un campo más amplio de lo que parece. Pero puede aportarnos el crecimiento y la continuidad que necesitamos para mantenernos en el mercado en unas condiciones bastante favorables. Solo requiere seguir unos procesos anteriormente para llegar a ella. No hay atajos en esto.

Y resulta muy peligroso no seguir aprendiendo, no convertir ese aprendizaje en conocimiento ni diferenciar cuál es el conocimiento crítico. Este es el que nos aportará ventajas competitivas y nos hará ser más creativos. Y, por lo tanto, generar nuevas ideas que después, tras una buena selección, nos permitan poner en marcha aquellas que seamos capaces de implantar con más éxito.

Mucha suerte a aquellas empresas que no son capaces de innovar, porque en estos tiempos están suscribiéndose a su próxima defunción sin saberlo. Y muchos éxitos para aquellas que sepan hacer el recorrido innovador.

  • La bombilla no se inventó mejorando la vela.
  • La innovación es conocimiento en acción.
  • Sin innovación no hay solución.
  • El que quiere subir inventa la escalera.
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