Son muchos los frentes a los que debemos adaptarnos las empresas y, más, en estos momentos de tantas turbulencias en los mercados. Por tanto, la capacidad de adaptación resulta fundamental. Nos tenemos que adaptar a los empleados que se van transformando según la generación a la que pertenecen y los cambios sociales. Nos tenemos que adaptar a los clientes que van cambiando sus formas de consumir. Nos tenemos que adaptar a los grandes retos de la sociedad, ya que ninguna empresa puede vivir de espaldas a ella o los clientes la castigarán.
La innovación es la vacuna de los negocios
La innovación es la única salida que garantiza que nuestros negocios puedan seguir vivos y compitiendo en el mercado a medio y largo plazo.
Pero la innovación no es algo que se pueda acometer directamente. Primero hay que recorrer un camino y solo después llegaremos a ella con éxito asegurado.
El primer paso consiste en tener un mínimo de talento en nuestro equipo de profesionales que permita el aprendizaje colectivo y así evitar quedarnos obsoletos. Tras esa capacidad mínima de talento y ese aprendizaje permanente que nos mantenga al día, seremos capaces de adquirir conocimiento. Y solo entonces podremos considerarnos una organización inteligente y, por lo tanto, eficiente.
Organización inteligente es aquella que aprende
Dentro de las cuatro habilidades básicas para afrontar 2021 están la alerta máxima continua, los aprendizajes diversos, la innovación y la adaptabilidad. Una organización que aprende es sin duda una organización inteligente y con futuro.
Pero para convertirnos en una empresa que aprende, se debe disponer de una cultura de empresa que fomente el verdadero aprendizaje y lo convierta en conocimiento crítico. La primera pregunta sobre la que deberíamos reflexionar con todo nuestro equipo ahora mismo es: ¿Qué hemos aprendido realmente hasta hoy?
La cara factura que pagan las empresas por desconectar
Es una realidad incuestionable que, por cansancio ante tanta turbulencia en los mercados y tantos movimientos en el tablero de ajedrez de la economía, hemos llegado a la saturación de noticias y cambios continuos. Algunos han decidido la desconexión parcial o total, pero no han valorado las graves consecuencias que esto les va a suponer. La factura para las empresas puede ser muy cara, ya que desconectar, aunque sea por saturación, supone renunciar a gestionar adecuadamente el negocio. Y esto es apostar al desastre.
Las 4 claves de cualquier negocio para 2021
Sin duda, hay muchos factores en estos momentos tan turbulentos económicamente que influirán de forma decisiva en la viabilidad o no de muchísimas empresas en España. Pero hay cuatro que seguro nos vamos a encontrar, bien por obligación o bien porque ya los veamos venir. Y estos 4 factores clave para cualquier negocio son:
¿Y si cambiamos la comunicación para mejorar nuestra actitud?
Estamos en un proceso general del lenguaje que nos condena a programarnos negativamente, ya que se graba en nuestro subconsciente y va minando nuestra moral. En estos tristes momentos para la sociedad española, las palabras negativas, aunque parezcan inofensivas, son tremendamente tóxicas. Debemos realizar un esfuerzo por cambiar esta comunicación en nuestros negocios, ya que tiene un gran impacto en el comportamiento del día a día y podría darnos muy mala imagen ante los clientes.
Debemos cambiar nuestro lenguaje y buscar compensar tanta negatividad general para hacer la vida más fácil y más soportable a nuestro equipo, a nuestros clientes, etc.
La trampa de lo provisional (permanente)
En un entorno tan Volátil, Incierto, Cambiante y Ambiguo (VICA) y en un momento en que a todas horas estamos escuchando que todo es provisional y que nada es definitivo, corremos el riesgo de perder el norte. De abandonar el verdadero propósito de nuestra compañía, de perder de vista la Visión con todo lo que eso puede perjudicarnos.
Es cierto que no podemos hacer previsiones con la precisión de momentos más estables. Pero eso no quiere decir que no las hagamos y nos dejemos arrastrar por la corriente.
Ya se sabe que los únicos peces que van corriente abajo son los que están muertos.
Sin confianza, no habrá sustancia en las empresas
La coyuntura actual ha querido que, cuando más falta hace la confianza, más difícil sea para todos percibirla. Y sin ella no se puede reactivar el mercado. La confianza es el pegamento que hace posible que todos consumamos con absoluta normalidad y así las empresas vendan a medio plazo lo suficiente para poder subsistir, invertir y mejorar para ser más competitivas.
Hay que inyectar confianza en todos los niveles, interno y externo, y debe ser ahora la máxima prioridad en la agenda tan compleja de cualquier negocio.
¿Qué se ha movido en el tablero de ajedrez de comercios y empresas?
¿Cómo estará posicionada nuestra empresa en el mercado en octubre próximo? ¿Habrá algún momento clave para las pymes y comercios hasta final de año? ¿Quiénes llegarán a 2021 y en qué condiciones? ¿Ha cambiado el posicionamiento de cada marca? ¿En nuestro sector ganaremos posiciones, nos quedaremos igual o las perderemos? ¿Habrá más o menos diferencias entre empresas en el mercado? ¿Cuántas perderán la T y pasarán de los ERTES a los ERES a partir de octubre?
Sin duda, son muchos los interrogantes que tenemos por delante las pymes tras el parón casi general de la economía y un reinicio algo movido, pero sin saber si se trata de problemas acumulados que ahora nos dan un tirón o es un cambio de tendencia.
¿Arranca ya el motor económico?
Tras este trauma colectivo que todos estamos sufriendo en el nivel 1, que es el sanitario, y ahora que parece que lo peor de este nivel ha pasado, vamos a pasar al nivel 2, que es el trauma económico. En este nos queda un largo camino que recorrer y comienza a correr el reloj para todos esos aplazamientos que se han solicitado, por lo que los próximos meses serán claves para saber si arrancamos los motores y con qué potencia.
Por desgracia, en este nivel 2 que es el económico nos falta llegar a lo más hondo del pozo, desde el cual se supone tendremos que empezar a subir, pues esto empieza ahora.