El éxito de MetalMadrid copa el último post del año. Dos días de feria, 27 y 28 de noviembre, 2 pabellones de IFEMA, 630 expositores y 12.600 visitantes; pasillos a reventar de usuarios profesionales, distribuidores y todo tipo de actores relacionados con la parte más industrial del canal tradicional. De los certámenes profesionales que visito solo Sicur, cada dos años, me produce una sensación de optimismo parecida a la que me he encontrado en la duodécima edición de MetalMadrid.
Las ventajas del evento pasan por los sólo 2 días de feria, por stands asequibles -poco más de 3.500 euros el básico-, por una organización eficaz y amable. Hasta te dejan galletitas gratis en el stand por la mañana. La apuesta por la innovación es evidente; como no podía ser menos. Hay áreas expositivas diferenciadas, también entrevistas de negocios exprés y previamente concertadas. Las acreditaciones digitales permiten que la información fluya entre expositores y visitantes de forma cómoda y satisfactoria.
Casi todas las bondades referidas no son, ni mucho menos, exclusivas de Easyfairs, el organizador de MetalMadrid.