Sigan comprando productos catalanes, italianos, alemanes, franceses, aragoneses, españoles. Las mejores opciones para sus clientes, empleados y para su empresa. Era la consecuencia lógica y descabellada después de la absurda guerra de las banderas; los primeros síntomas los conocí en la feria de Expocecofersa, hace unas semanas. Varios proveedores nos cuentan que, en sus recientes visitas comerciales por diferentes enclaves de España, se encuentran con ferreteros que se niegan a comprarles producto porque tienen su sede social en Cataluña. Después me contaron de aquellos que comienzan a leer los folletos por la contraportada para ponerle el lugar de procedencia al producto. De los que se saben el código de barras que identifica las artículos según el lugar de expedición. También sé de empresas catalanas que se atizan entre ellos utilizando como argumentos comerciales dónde se encuentra, todavía, la sede de sus respectivas empresas. A los que se han ido se les acusa de huir del compromiso. “Nosotros aguantamos”. Lo he oído. Hay quien por Barcelona dice que no pasa nada y que todo sigue igual. Que no afecta al negocio. Sudor frío. He visto restaurantes vacíos en los que suele costar encontrar mesa. No voy a insistirles en que el dinero es cobarde. Es una frase tan antigua como constatada.
Desde aquí les animo a ser profesionales y a seguir comprando el producto más adecuado para su establecimiento. Por rapidez en el servicio, relación calidad/precio, servicio posventa, etc… Venga de donde venga; en una economía tan globalizada como la que tenemos no podemos obviar que bloquear opciones de compra en un punto del planeta, por razones ajenas a la lógica empresarial, puede tener efectos perniciosos en el sitio menos esperado. Incluso en su propio bolsillo. El efecto bumerán también está suficientemente contrastado.
Si participa en el boicot se la está jugando a sus clientes porque no les está ofreciendo la mejor opción del mercado y también a sus empleados poniendo en riesgo sus puestos de trabajo.
Dejemos que la economía siga su camino y apostemos por la naturalidad en las relaciones comerciales. A las emociones hay que dejarlas alejadas del bolsillo.
Por cierto los que se están beneficiando de la efervescencia patriótica a los dos lados del Ebro son los bazares chinos vendiendo banderas. Paradójico.
Del tema de la independencia ya escribí en enero de 2014. Por si alguien quiere recordarlo. Indepèndencia i reclamacions. Ya era profético.
A pesar de que nadie tuvo el detalle de ayudarnos a elegir un restaurante en Valencia salimos recompensados. Se llama Esencia y es el que más me ha gustado de todo el año.
nada de acuerdo!!!! pero nada!!!! uno tiene que ser consecuente con lo que piensa…y yo prefiero trabajar cion una emprea de madrid que con una catalana independentista…punto!!! hombre si no me queda otra pues es obvio, no voy a perder dinero pero a mismas condiciones prefiero otra comunidad que cataluña……
y es tan respetable como yo respeto a los independentistas!!! pero que me respeten a mi!!
Gracias Juan por el comentario. Que no quieras perder dinero ya me parece un avance.
Respeto su posición, y no le voy a decir qué tiene que hacer con su dinero a la hora de comprar lo que quiera y donde quiera, pero me parece una tontería no comprar en catalunya porque ésta quiera independizarse y luego decir que lo respeta. Yo como catalana, seguiré comprando jamón, comeré sardinas buenísimas en Malaga,beberé vino de rioja si me apetece o tomaré unos fideos chinos, sushi japonés o una pizza italiana. Visitaré Madrid por que me encanta y compraré productos de empresas españolas francesas o alemanas. Porque, aunque sea catalana o independentista, no tiene absolutamente nada que ver con mi negocio. Me da igual que el producto venga de donde venga mientras cumpla unas condiciones básicas como calidad, precio y una fabricación respetable. Sea de España o de donde sea.
Sinceramente, no entiendo esta posición de boicot contra Cataluña.No les hemos hecho nada para que nos traten así.
Como decimos por aquí, “No mezclar coles con caracoles” que simplemente quiere decir crear confusión y mezclar cosas que deberían ir separadas.
Gracias Sonia por tu comentario. Estaría bien saber de primera mano si vuestro negocio se ha visto afectado por una bajada de ventas en este mes un tanto extraño. Espero comentarios.
Juan, yo tampoco trabajaría con una empresa separatista pero solo hay un pequeño fallo en tu planteamiento: muchas empresas Catalanas no son independentistas, si no todo lo contrario. Y tu las castigas por igual.
Enhorabuena Javier.
Se podrá estar de acuerdo o no con tus comentarios, pero lo que no se puede negar es que te mojas.
Gracias
Gracias José Manuel por tu tiempo. Sabes que en C de Comunicación nos mojamos para que el canal tradicional sea una alternativa que siga aguantando y haga de contrapoder a las Grandes Superficies. No es desinteresado; queremos buenas ferreterías y mejores marcas que apuesten por la innovación.
Buen día Javier, enhorabuena una y mil veces por tu comentario, que considero totalmente acertado y lleno de lógica y sentido común que tanta falta hace a mucha gente.
Y despues de leer tu escrito ” Independència y reclamations” todavía estoy mas de acuerdo con el contenido de ambos ( y mira que distan casi 4 años el uno y el otro).
.Sigue así, y que sirva todo ésto para hacer más fuerte nuestro sector.
Hola Javier. Respondiendo a tu pregunta, realmente las ventas están igual, no hemos notado ninguna bajada y ninguna disminución en los ingresos.
Pienso que es más el “miedo que se respira en el aire” y la incertidumbre que la realidad de ahora.
Como ya dije en un post escrito por José Manuel, dependerá de la voluntad de llevarnos bien, que ésto si que está en nuestras manos.