Como formas parte de esa fracción de lectores que no se han espantado al leer la palabra formación quiero agradecerte tu tiempo y recordarte que eres una rara avis. Me obstino en dedicar, al menos, dos opiniones al año al tema de la educación y la formación. Cada vez que lo hago me imagino en Tarifa intentando cegar el Estrecho de Gibraltar a paladas con la arena de las dunas. Me da igual, insistiré.
Quiero, con alborozo, felicitar a la Fundación Txema Elorza por las Jornadas de Formación Empresarial que ha puesto en marcha para subir a los ferreteros al carro del siglo XXI. La primera se ha desarrollado en Comafe con un notable éxito y ha contado con la aportación de Pablo Foncillas, profesor del IESE, a quien tuvimos la oportunidad de escuchar en el último AECOC.
El objetivo de estas jornadas es concienciar al canal de proximidad de que dar la espalda al universo digital es absurdo y de que la estrategia onmicanal es la que más favorece sus intereses. La digitalización es sí o también y hay que estar, siempre, dónde esté el cliente olvidándose de vacuos compromisos remotos. No hay nada ni a nadie a quien respetar. El cliente debe ser el sol de esta galaxia comercial de una vez por todas.
Pablo Foncillas nos recuerda que la transformación digital no debe dejársele a cualquiera, que cuesta pelas, que debe entenderse a largo plazo y que debe enmarcarse en una estrategia global sin desatender el punto de venta. Ningún negocio, sea cuál sea su tamaño, debe quedar fuera. Obviamente es más fácil si se forma parte de una cooperativa, un grupo o una central de compras. Es una iniciativa colaborativa.
Después de la jornada realizada en Comafe –con alrededor de 150 participantes- el 12 de mayo le toca a Coinfer y el 31 a Coferdroza. El mes de mayo, este año, nos trae formación además de flores. La idea es que las jornadas se prolonguen durante el ejercicio por toda la geografía española; hay contactos con Cataluña, Canarias, Euskadi, Galicia, Andalucia… Ojalá salgan todas adelante. Enhorabuena a la Fundación y a todas las organizaciones que ya se han comprometido. A las que se lo están pensando que no duden. Este es el camino.
Hemos estado en Alicante con los amigos de Catral probando el Cocido de la Pava Borracha. Restaurante El Cruce. Para un madrileño, nada que ver con lo conocido. Por cierto, los videoblogs no se han acabado pero prefiero evitar que me vean la jeta esta semana; la alergia me tiene muy perjudicado. Culpa de las flores.
Que razón tienes Javier, yo te aseguro que si en Fersay no tuviésemos el plan de formación desde hace 30 años la empresa no existiría y sin embargo avanzamos gracias a ello. Pero además desde que en 2015 damos las jornadas de Azelera en nuestra sala de formación para clientes de Fersay y pequeños autónomos y empresarios de la zona todos reconocen haber mejorado así que cada vez es menos comprensible que no quieran formarse más los pequeños empresarios de este país.
Yo por mi parte estoy poniendo mi granito de arena dando formación en colegios y asociaciones por toda España y gratuitamente para ayudar y así lo haría también para la fundación Txema Elorza o el que quiera.
Acabo de preparar y ampliar programas de ventas, marketing, liderazgo, cultura de empresa, inteligencia emocional y estrategia. Gracias por tan acertado comentario.