Es una constante en las últimas visitas; volvemos a fabricar en Europa. Parece que se han acabado los tiempos en los que la ecuación de vender productos en Europa pasaba por China. Como consecuencia de ello la economía del gigante asiático se ralentiza y se constipan los parqués de todo el mundo. Una visita rutinaria a Torrejón de Ardoz me lo recordó. Aunque llevan desde 1965 en el mercado, me acerqué a la central de Creaciones Marsanz, a media hora de Madrid, sin un conocimiento preciso de su peso en el mercado nacional e internacional. Craso error del que me sacó su máximo responsable comercial, Santiago Sánchez. Una dicha para mí saber que, a media hora de Madrid, contamos con un fabricante nacional de equipamiento comercial que tiene entre sus primeros clientes a la flor y nata de la distribución mundial. Son especialistas en carros de compra de autoservicio pero, en su porfolio, también podemos encontrar carros de transporte, muebles-caja, contenedores, expositores, controles de acceso, expositores, estanterías o góndolas. Algunas cifras: cuentan con varios centenares de empleados, más de 50.000 metros cuadrados de instalaciones en cuatro sedes independientes, exportan a 57 países y tienen distribuidores en todos los continentes. Y, lo más importante, todo lo fabrican en España. Desde aquí quiero felicitar a la firma en su 51 aniversario y homenajear a aquellos fabricantes que no desmantelaron sus plantas de producción cuando parecía lo más sencillo. También los importadores se jactan cada vez más de mirar al Viejo Continente a la hora de encontrar las referencias fundamentales para su negocio. Volvemos a competir en relación calidad/precio y la importancia de la agilidad en el servicio es clave en la decisión.
Como buena parte de la temporada de ferias es en Madrid una sugerencia en el centro: Taberna Palo Cortado. Me he enamorado de la variedad de vinos andaluces; manzanillas, olorosos, amontillados, sherrys. También de su cocina regional.
