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Brocas y bragas

El viaje de Hu ha sido de ida y vuelta. En este post nos toca enmendar la plana, reescribir la historia; desdecirnos.  El pasado verano visité con Juanma el Briko Atlántico de Santa Cruz de Bezana; un local de 3.500 metros cuadrados que se precipitaba veloz desde el concepto bazar prototípico a la de enseña mediana de bricolaje con, cada vez, más primeras marcas. Su propietario Hu Zhou Darong, español, de origen chino, había contactado con Antoni Valls y de su mano, con su tutoría y conocimientos habían puesto la semilla de un negocio con sólidas bases y excelentes perspectivas de futuro. Así lo contamos en el post Hu. Entendimos que las críticas y exageradas cautelas que llegaban desde competidores y proveedores suspicaces tenían escasa base argumental y se fundamentaban, básicamente, en el aspecto rasgado de los ojos de su principal accionista. Hu nos contó su estrategia de negocio, sus próximas aperturas –Okasa Decoración en Torrelavega– y bendecimos una idea que ponía un grano de arena en la renovación de un sector que, desde hace mucho anunciamos, como inevitable.

Desde que acabó Eurobrico comenzaron a llegar noticias que ponían en solfa nuestra apuesta. El trato a los proveedores, los procedimientos de pago y la vuelta al negocio más oportuno con el textil como protagonista han devuelto el concepto Ideo Bricolaje al bazar que lo alumbró. Como sabemos que muchas primeras marcas del sector de ferretería y bricolaje han llegado a acuerdos con Hu nos vemos en la obligación de asegurar que cada vez está más cerca el momento en que la ropa interior comparta espacio en el lineal con brocas y destornilladores. De la empresa han salido ya el jefe de tienda y la responsable de administración; Antoni Valls, cicerone y principal valedor, también ha desistido. Parece que las prisas y el modelo de negocio cortoplacista han condicionado una experiencia novedosa que partía con mimbres solventes.

Como restaurante de la quincena, Raviolo en Manresa. Nos lo dio a conocer Isidre Argerich de Control Integral al que agradezco su hospitalidad. Volveremos para comer con vino –todavía me estoy purgando de la bacanal navideña- y hacer una crítica más extensa de su carta.

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