Con la excepción de la bienvenida rutinaria del político de turno –a quien no pienso citar por intrascendente y prescindible- y los tiempos utilizados por la organización, el primer día del III Congreso Europeo de Bricolaje, el del pasado jueves en Madrid, incluía 12 ponencias de alrededor de 25 minutos con el comercio móvil como absoluto protagonista. Atractivo formato temporal en el que es difícil, no imposible –véase Matthias Setzer de PayPal-, que te apetezca lanzarle el móvil al ponente de turno. Cuando comienzas a saber de qué pie cojea se baja del escenario. Como los protagonistas pertenecían a empresas de abolengo –Euromonitor, Nymphenburg, Javelin, Rakuten, Google, GFK, Butlers, Homebase, Nexage, Ebay o KPMG– y debían abordar la temática desde ópticas muy diversas, fui con la ilusión de convertirme en un experto del mobile commerce. Les voy a contar porqué la jornada no fue demasiado provechosa y apenas he avanzado en este aprendizaje. Los organizadores del evento – Fediyma por los fabricantes y Edra por los distribuidores- se olvidaron de pasar un tamiz de contenidos y ver la complementariedad de las ponencias; a todos les dio por abrumarnos con cifras, porcentajes, quesitos, diagramas y se olvidaron de empatizar con la audiencia y explicar las consecuencias de los datos y la mejor forma de afrontar una forma de compra que va a revolucionar todos y cada uno de los puntos de venta. Lo más probable es que sepan que estamos inmersos en una revolución global de tal calibre que una máxima de hoy es una refutación segura mañana. De cualquier manera se echó de menos a un coordinador de contenidos para evitar la repetición de argumentos y cifras.
Capítulo aparte merece Cruz del Barrio, la analista de Euromonitor –son expertos en investigaciones de mercado- que nos dejó estupefactos en el primer minuto del Congreso cuando desveló una cifra 2.500 millones de € para el mercado de ferretería y bricolaje español en 2013. Nuestras estimaciones, coincidentes con los que manejan entidades como la Fundación Txema Elorza o la AFEB, nos llevan a una cifra que sobrepasa por poco los 7.000 millones de €. El resto de su ponencia estuvo lastrada por este error de bulto que, desde luego, alejará a los inversores de esta industria de nuestro país y contribuyó a que una audiencia, mayoritariamente europea, se fuera desinformada.
Al III Congreso Europeo de Bricolaje de Madrid acudieron 615 asistentes de 40 países. Aunque la delegación española estuvo bien representada con alrededor de 80 personas –entre proveedores y distribuidores-, quiero resaltar sobresalientes ausencias difíciles de explicar; no había nadie de Ehlis, ni de NCC, ni de PROFER ni de CECOFERSA. Tampoco ningún empresario del comercio tradicional de ferretería. Supongo que ya se lo saben todo, no tienen nada que aprender o siguen encastillados en su torre de marfil.
Como recomendación gastronómica de la quincena, un clásico segoviano: José María. Los mejores asados de España aunque te crujan en los vinos.
Asistí al congreso y estoy bastante de acuerdo con lo que se comenta en el artículo.
Un pequeño apunte sobre el tamaño del mercado de bricolaje español: las cifras que se mencionaron entiendo, y entendí durante la ponencia, que hacen referencia a las llamadas Grandes Superficies de Bricolaje, excluyendo el mercado tradicional ferretero.
Las cifras están en linea con otras publicadas como las de Alimarket (2012).
No creo que le interese mucho a un ferretero escuchar los numeros tan bonitos que ponen los bricolajes, en lugar de como dices tu, analizarlos y comentarlos.
También resulta excesivo el precio del evento, lo importante eran las ponencias y no una cena en el Bernabeu que hacia casi duplicar el coste del evento.
Últimamente doy muchas vueltas a lo que podríamos denominar consumo pedagógico y su deriva fatal: la formación basura.
Hay motivos para pensar que existe como existe una televisión basura, una comida basura, una hipoteca basura o un bono basura: no informa ni forma sino que deforma, no nutre sino que simplemente engorda, no es rentable, es ruinosa. Lo mismo puede decirse de la educación obligatoria, que de la universitaria, que de la formación del profesorado, de los parados o de los trabajadores de ciertas empresas. En este sentido, su presentación visual me resulta muy elocuente. Gracias.