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Negro, viernes y desnaturalizado

Por Javier BarrioDirector comercial del área de Ferretería y Bricolaje

Con el espíritu de la Navidad de cuerpo presente, hastiado de esos telediarios pueriles con los Reyes Magos como excusa sedante y con el roscón asomándome por las órbitas oculares, enfrento la primera semana laboral del año pleno de malos propósitos.

Cuando empiezo a pensar que no seré capaz de acudir a mi cita con el primer blog de 2014, la palabra Rebajas se abre paso entre las abotargadas circunvoluciones cerebrales y me acuerdo del viernes negro a la española que se celebró a finales de noviembre. ¡Tengo tema! El titular no es de una película de miedo ni del último aroma del café encapsulado, está dedicado a ese descafeinado viernes negro que como una falsa réplica se desarrolló el pasado otoño en nuestro país.

El Black Friday tiene varias décadas a sus espaldas en Estados Unidos y se celebra el día después de Acción de Gracias –siempre el último viernes de noviembre-; durante ese día la gran mayoría de comercios minoristas y todos los grandes almacenes realizan descuentos descomunales –casi siempre por encima del 50%- en la mayor parte de artículos a la venta. Esta circunstancia, unida a que es festivo para la mayoría de trabajadores que no están vinculados al comercio –convirtiéndoles en potenciales compradores-, ha hecho de este día el de mayor movimiento de compras del año desde el 2005 en USA.

Saltándonos esa bien cimentada máxima que dice que “ya que copias, hazlo bien” la decena de almacenes y comercios de nuestro país que se apuntaron a esta celebración consumista lo hicieron sin respetar descuentos –muy inferiores a los norteamericanos como en el caso de Zara Home; 20% y sólo a través de la web-, sin que éstos abarcaran a la gran mayoría de artículos –FNAC que dejaba fuera buena parte de su stock- y sin ceñirse a los tiempos, hasta 3 días en el caso de El Corte Inglés o Media Markt. Esto no es ajeno a nuestra idiosincrasia. Aquí la Semana Fantástica dura un mes y el Mes del Crucero casi un trimestre.

Importar casos de éxito es una apuesta segura siempre que éstos no se desnaturalicen tanto que apenas se parezcan al original. Seguramente la fórmula se repetirá en este 2014 pero para mejorar los resultados hay que ser respetuosos con el modelo genuino.

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Remigio
Remigio
09/01/2014 14:21

Hola Javier,

Creo que no tomas en cuenta algunos factores en tu exposición sobre la “mala copia” del Black Friday.

Ya quisiera la Fnac trabajar con márgenes que permitan descuentos del 50% ni que fuera saliendo a coste. Conozco bien ese sector y ni por asomo hablamos de eso. Descuentos de ese calibre sólo existen en casos de liquidaciones de fabricante (que las hay) o saldos y últimas unidades, pero no pueden ni remotamente generalizarse a todo el lineal de una tienda.

No obstante si que Zara home puede soportar descuentos superiores al 20%.

Básicamente el Black Friday tiene una doble función : Vaciar los stocks de obsoletos justo antes de entrar las novedades de campaña navideña y desplazar parte de la demanda de ésta campaña para evitar pérdidas de facturación debidas a una concentración excesiva de la demanda en días muy puntuales.

Como profesional y consumidor NUNCA me fijo en los descuentos sino en el precio final que pago por un artículo. Esa es la mejor referencia.

Federico
Federico
09/01/2014 11:07

Patética la copia del “Viernes Negro”.
En Estados Unidos hay colas y peleas para hacerse con productos de todo tipo con descuentos de hasta el 80%.
Aquí todo lo copiamos malamente.
Saludos

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